La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, declaró estar "profundamente decepcionada" ante esta decisión ya que la eurodiputada gallega había recibido la autorización oficial para viajar a Israel de la autoridad consular israelí competente en Bruselas.
PUBLICIDADLa UE denunció como "profundamente decepcionante" y "sorprendente" la decisión de Israel de rechazar a una eurodiputada española que llegó para un viaje oficial a los territorios palestinos.
La presidenta del Parlamento Europeo (PE), Roberta Metsola, dijo este martes estar "profundamente decepcionada" ante la decisión de Israel de vetar la entrada en su territorio de la eurodiputada del BNG Ana Miranda y prometió explorar junto a los líderes de los grupos políticos "cómo podemos evitar que esto vuelva a suceder".
En dos mensajes en su redes sociales, Metsola recordó que Miranda estaba en el país como parte de una misión oficial del Parlamento Europeo para acceder a Cisjordania y Gaza y aseguró que contactará a las autoridades israelíes para "aclarar lo que ha pasado y transmitirles nuestra preocupación".
"Mi gabinete ha permanecido en contacto estrecho todo el tiempo con la eurodiputada Miranda. Una vez conozcamos todo lo que ha pasado, hablaré con los líderes de los grupos del Parlamento Europeo para ver cómo podemos impedir que esto suceda de nuevo", aseguró.
Miranda denunció este martes que Israel vetó su entrada al país como parte de una misión de la Delegación del Parlamento Europeo para las Relaciones con Palestina pese a que la gallega había recibido autorización oficial para viajar a Israel de la autoridad consular israelí competente en Bruselas.
La eurodiputada, miembro del grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo, había llegado el lunes por la tarde al aeropuerto israelí de Ben Gurion, en Tel Aviv, que también es la vía de entrada para acceder a los territorios palestinos, con otros miembros de la delegación del Parlamento Europeo para las relaciones con Palestina.
Miranda calificó su expulsión de "afrenta diplomática" y una "falta de respeto" al Parlamento Europeo, en un mensaje en su cuenta de Twitter.
La portavoz de Exteriores de la Comisión Europea, Nabila Massrali, lamentó también la decisión israelí de impedir la entrada de Miranda y la consideró "decepcionante" y "también sorprendente, dado que las autoridades israelíes habían sido informadas con mucha antelación de la composición de la misión y su entrada había sido autorizada expresamente".
"El respeto a todos los eurodiputados y al Parlamento Europeo es esencial para unas buenas relaciones entre la UE e Israel. Los eurodiputados tienen el derecho de ejercer su mandato", subrayó la portavoz.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, también expresó su indignación y exigió "explicaciones a las autoridades israelíes".
Es la segunda vez que Israel veta a un eurodiputado
Miranda, vetada en la madrugada del martes, es la segunda componente de esta misión oficial a Palestina a la que se ha impedido la entrada a Israel, después de que Tel Aviv notificara la semana pasada al presidente de la delegación, Manu Pineda (IU), que no le permitiría acceder al país como parte de este grupo.
Pineda, cuya entrada a Israel ya había sido restringida en 2022 en el contexto de otra misión de la Eurocámara, ya había pedido la semana pasada medidas recíprocas a la presidenta del Parlamento Europeo.
Ana Miranda había participado en la llama "Fotilla de la Libertad" en 2015, un intento de romper el bloqueo al que Israel tiene sometido el territorio de Gaza desde hace décadas y reforzado desde la llegada al poder de los islamistas de Hamás en 2007, pero esta infracción a la legislación israelí parecía haber prescrito.
La Unión Europea e Israel relanzaron el año pasado su consejo conjunto, que Israel había dejado en suspenso durante una década en respuesta a las críticas europeas por la expansión de los asentamientos en Cisjordania ocupada, considerados ilegales según el Derecho internacional.
Pero el regreso de Benjamin Netanyahu como Primer Ministro al frente del Gobierno más derechista del país ensombrece las esperanzas de mejorar las relaciones con Europa.