Acuerdo sobre Irlanda del Norte | El primer ministro británico, Rishi Sunak, busca ahora el respaldo del DUP. Alcanzar un compromiso con la UE solo ha sido el primer paso, ahora falta lo más importante, convencer a los unionistas norirlandeses
Un pletórico Rishi Sunak anunciaba en la Cámara de los Comunes el acuerdo con la Unión Europea para resolver los problemas comerciales de Irlanda del Norte tras el Brexit:
"Tras semanas de negociaciones, hoy hemos logrado un avance decisivo. El Marco de Windsor permite la libre circulación del comercio en todo el Reino Unido. Protege el lugar de Irlanda del Norte en nuestra unión y salvaguarda la soberanía para el pueblo de Irlanda del Norte".
Pero el primer ministro británico solo ha superado el primer obstáculo. Ahora le toca convencer a los políticos de Irlanda del Norte, especialmente a los del Partido Unionista norirlandés, el DUP.
"En términos generales, está claro que se han logrado avances significativos en una serie de ámbitos, al tiempo que se reconoce que sigue habiendo cuestiones clave que preocupan. No se puede ocultar el hecho, por ejemplo, de que en algunos sectores de nuestra economía en Irlanda del Norte, la legislación de la UE sigue siendo aplicable en nuestra parte del Reino Unido", decía el líder del DUP, Jeffrey Donaldson.
El apoyo del partido Unionista, el DUP, será clave para restablecer el poder compartido en Irlanda del Norte. Ha estado boicoteando el gobierno autónomo para que se tengan en cuenta sus exigencias sobre el protocolo norirlandés y el Sinn Féin quiere que esto termine.
"Lo que he dicho constantemente a lo largo de todo el debate sobre el Brexit es que la gente aquí se ha quedado en el limbo, se ha quedado con la incertidumbre. Espero que hoy, porque estamos al final de la negociación, el acuerdo ya esté hecho", reaccionó la vicepresidenta del Sinn Féin, Michelle O'Neill.
La Casa Blanca, Dublín, Londres y Bruselas pendientes del 'sí' definitivo
El protocolo norirlandés, firmado en enero de 2020, pretendía evitar que hubiera una frontera terrestre entre Irlanda e Irlanda del Norte como consecuencia del Brexit. Pero para conseguirlo se imponían controles aduaneros en Irlanda del Norte a los productos que llegaban desde Gran Bretaña. Además los productos norirlandeses tenían que cumplir la legislación comunitaria.
Si el nuevo acuerdo sale adelante, los suspiros de alivio se sumarán a los mensajes de aprobación de la Casa Blanca, Dublín Londres y Bruselas.