Entrevista | "Todo iraní conoce a alguien que está detenido tras protestar por Mahsa Amini"

Una mujer sostiene un dibujo de la iraní Mahsa Amini mientras grita consignas durante una protesta contra su muerte, en Estambul, Turquía, el domingo 2 de octubre de 2022.
Una mujer sostiene un dibujo de la iraní Mahsa Amini mientras grita consignas durante una protesta contra su muerte, en Estambul, Turquía, el domingo 2 de octubre de 2022. Derechos de autor AP / Archivo
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Por Blanca Castro
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La activista Ryma Sheermohammadi y el politólogo Daniel Bashandeh conversan con Euronews sobre la situación actual de las protestas en Irán, el peso de las sanciones europeas y las constantes amenazas que sufre la diáspora iraní. Este jueves se cumplen 6 meses de la muerte de Mahsa Amini.

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A mediados de septiembre del año pasado, Mahsa Amini se encontraba de visita con su familia en Teherán cuando fue detenida por la Policía de la Moral por llevar su hiyab (velo) de forma incorrecta, según explicaciones de las autoridades. El 16 de septiembre, tras estar tres días bajo custodia policial y sin haber tenido contacto alguno con su familia, Amini de 22 años murió bajo circunstancias sospechosas.

En aquel momento nadie sospechaba, sobre todo el régimen teocrático de Irán, que dicho episodio daría paso a una oleada de indignación popular que rebozaría las calles de todo el país y que mutaría semanas después en una profunda crisis social no vista desde las protestas electorales de 2009.

La respuesta del Gobierno del ayatolá Alí Jamenei frente a las protestas ha sido brutal, denuncian Amnistía Internacional y la ONG Iran Human Rights (IHR). Se calcula que entre 300 y 500 personas, incluidos menores de edad, han fallecido durante las protestas.

En lo que va de año, el Gobierno ha ejecutado al menos 137 personas que habían estado involucradas en las movilizaciones, según datos de IHR.

Adicionalmente, las informaciones recogidas en un estudio de Amnistía documentan masivas acusaciones de violencia sexual y otros tipos de tortura durante el tiempo de detención por parte de las autoridades iraníes con el fin de obtener confesiones forzadas.

El régimen continúa firme, no va a ceder a ningún algún, a ningún tipo de concesión política a los ciudadanos, porque ceder significa debilidad para el régimen.
Daniel Bashandeh
Politólogo

Sobre el número de arrestos producidos en total, los datos son bastante imprecisos debido a la opacidad del Gobierno. Pero organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación internacionales han podido establecer un aproximado después de que el Poder Judicial anunciara el lunes 13 de marzo que otorgaría la amnistía a 22 000 personas detenidas. Una cifra que sobrepasa con creces las ofrecidas por las autoridades anteriormente. 

En total han sido liberados unos 82 000 acusados y otros 34 000 vieron reducidas sus sentencias, dijo el presidente del Poder Judicial, Gholamhosein Mohseni Ejei, de acuerdo con la agencia de noticias gubernamental Mizan. Los elevados números respaldan las aproximaciones independientes que cifran en más de 120 000 las personas que han sido encarceladas a lo largo de las manifestaciones.

Seis meses después del comienzo de la convulsión social en Irán, la situación se encuentra en “tensa calma”, comenta a Euronews Daniel Bashandeh, analista político de origen iraní, desde su residencia en España.

“¿Por qué? porque a lo largo de estos cinco o seis meses, lo que ha conseguido el régimen a través de la represión es trazar un intento de desmovilizar a la gente, sobre todo en los centros educativos donde se estaban dando la mayoría de manifestaciones”, explica.

Además de buscar al desmovilización, Bashandeh también cree que el anuncio del régimen de otorgar la amnistía a 22 000 detenidos es otro movimiento dentro de la estrategia gubernamental con el objetivo de “lavar su imagen ante la población e intentar pacificar los ánimos” en las calles. “Si es que se llegan a cumplir las amnistías”, subraya Bashandeh.

Absolutamente todos los iraníes que estamos fuera, tenemos algún conocido que tienen una condena confirmada además por parte del Poder Judicial que les obliga a entrar a cumplir la condena.
Ryma Sheermohammadi
Activista

El papel estratégico de Irán, sus aliados y la posición de la UE

“El régimen lo que busca es ganar apoyo internacional, intentar salir del aislamiento internacional para intentar controlar los acontecimientos políticos internos, porque sabe que a través de alianzas estratégicas y, sobre todo pragmáticas con Rusia o con China, el régimen de alguna forma cree tener un salvavidas, porque a medida que va pasando el tiempo, lo que estamos viendo es que el conflicto en Irán, en la crisis interna, se está externalizando”, señala.

Irán y Arabia Saudí anunciaron que han alcanzado un acuerdo para restablecer sus relaciones diplomáticas, rotas por Riad en 2016. La República Islámica igualmente ha profundizado sus intercambios comerciales con Pekín y Moscú a fin de eludir las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), impartidas como condena a la represión policial de las protestas. Sin embargo, Bashandeh, destaca que las sanciones son una buena iniciativa, aunque insuficiente, y que la respuesta de la UE pudiera verse limitada por intereses geopolíticos.

“La UE está intentando desbloquear el acuerdo nuclear [iraní] para una mayor seguridad regional e intentar traer recursos naturales hacia Europa, porque Europa tiene una crisis energética profunda e Irán es un país donde hay grandes reservas de petróleo y gas, por lo que hay muchísimos intereses en juego”, apunta el experto en Oriente Medio, aunque agrega: “Es cierto que la Unión Europea sí demostrado su apoyo al pueblo iraní, sobre todo a la mujer iraní llevando a cabo una serie de sanciones. Pero insisto, no son suficientes para materializar todo lo que está ocurriendo, porque realmente se está demandando mayor democracia, se está demandando más firmeza”.

AP / Ariel Schalit
Una mujer se corta el pelo en solidaridad con las mujeres iraníes y contra la muerte de Mahsa Amini en una concentración en Tel Aviv, el 29 de octubre de 2023.AP / Ariel Schalit

"Personas han recibido una amenaza directamente por parte de la Embajada"

Para la activista e intérprete, Ryma Sheermohammadi, un apoyo más acertado de Occidente hacia el pueblo iraní radica en ofrecer herramientas de valor democrático a la población. 

"Obviamente no estoy diciendo que tiene que haber una intervención militar ni ningún iraní lo está pidiendo. Hay muchas cosas que se pueden hacer y la política y el marco legal de cualquier país de Occidente, dentro de los valores de la democracia, nos muestran claramente que hay muchas cosas que se pueden hacer para apoyar a la ciudadanía", insiste. 

Sheermohammadi también reside en España y tiene contacto permanente con la diáspora iraní en Europa. Asegura que estar fuera del país en estos tiempos no significa estar "a salvo". Muchos disidentes se han unido para manifestarse contra el régimen desde distintas ciudades españolas, lo que ha permitido que las amenazas anónimas recibidas salgan a relucir y corroborar que no son hechos esporádicos. 

"Ha habido personas que han recibido llamadas de amenaza. Hay otras personas que han recibido una amenaza directamente por parte de la Embajada de la República Islámica en los distintos países donde residen. Ha habido personas, otros iraníes, que han sido mensajeros de estas amenazas", cuenta la activista. "Pero también por otro lado, vemos como los iraníes también se están apoyando mucho unos en otros. Hay algunos... tengo muchos amigos que me dicen 'yo ya no voy a volver a Irán'", agrega.

Vemos una serie de conductas que hace un par de años no se estaban viendo y eso es un caldo de cultivo para próximas crisis y, sobre todo, para próximos levantamiento
Daniel Bashandeh
Politólogo

Un nuevo capítulo para Irán

Sin pasar por alto la evidente y gigantesca tragedia que ha representado las víctimas de las movilizaciones para el pueblo iraní, Sheermohammadi destaca que los acontecimientos abren un escenario "fascinante" a nivel sociológico. "Vemos como los caminos emergen", dice.

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Y prosigue: "Al principio la gente salió a protestar por la muerte de una de Mahsa Amini y de la nada se convirtió en una lucha pro los derechos de todos los iraníes, tanto de hombres como mujeres". "No hay que olvidar que el movimiento de las chicas de la Plaza de la Revolución era individual. Salían a protestar contra el velo a lo largo de cuatro décadas, y siempre había sido de manera aislada, de manera casi solitaria. Pero pronto hemos visto como la conciencia de toda la sociedad giró en torno a este tema [los derechos de la mujer], como tema principal, y empezó a envolver otros temas dentro del país. Ahora no son solo activistas los que salen a las calles sino ciudadanos comunes que gritan: 'esto no es justo', 'no es lo que merezco como ser humano'", concluyó la también intérprete. 

Sheermohammadi asegura que esa cohesión social también se ha visto entre los grupos de iraníes que viven en el extranjero. Antes, "los iraníes interactuábamos unos con otros desde la indiferencia, algunos desde la desconfianza. Pero hemos aprendido y nos hemos unido", dice. 

AP / Ariel Schalit
Una mujer se corta el pelo en solidaridad con las mujeres iraníes y contra la muerte de Mahsa Amini en una concentración en Tel Aviv, el 29 de octubre de 2023.AP / Ariel Schalit

Bashandeh coincide con el análisis: "Es verdad que ha habido un punto de inflexión, que el muro del miedo se ha roto. La población iraní ahora mismo ha dado un paso muy importante contra el régimen y ha demostrado que ahora mismo no existe el mismo miedo que existía durante las últimas décadas". Pero reitera que la represión ha aplacado casi por completo la intención de anunciar nuevas concentraciones masivas aunque, matiza, esto no significa que las reclamaciones sociales vayan a desaparecer.  

"Ahora mismo hemos entrado en otra fase, en una fase de desobediencia civil. ¿Qué significa esto? si bien ha habido un levantamiento y se ha parado a través de la represión, ahora empiezan a haber [actos de] desobediencia. ¿Por qué? porque cada día vemos a más mujeres que no llevan el velo a las calles, a más adolescentes que protestan contra el régimen islámico. Vemos una serie de conductas que hace un par de años no se estaban viendo y eso es un caldo de cultivo para próximas crisis y, sobre todo, para próximos levantamientos", asevera el politólogo.  

Tanto para Bashandeh y Sheermohammad es incomprensible que en una sociedad como la iraní, donde el 60 % de población femenina de mujeres que están ocupando los pupitres de la universidad no tenga los mismos derechos que los hombres. Decisiones que hace que el régimen no se asemeje a la realidad social del país.

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Fuentes adicionales • Agencia EFE

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