La cooperación entre las compañías ferroviarias alemana, austriaca, francesa y belga allana el camino hacia una Europa más respetuosa con el clima.
Han pasado casi diez años desde que salió el último tren nocturno que conecta Berlín con Bruselas y París. Ahora vuelve a funcionar.
Juri Maier, miembro de la asociación ferroviaria Vuelta a la vía mostraba su satisfección en a estación de Berlín:"Estamos contentos de que después de nueve años vuelva a haber un tren nocturno a París. Hemos luchado mucho por ello desde Vuelta a la vía. Y ahora estamos aquí y podemos acompañar la salida del primer tren".
La demanda inatendida de coches-cama en los trenes que unen las principales capitales europeas ha provocado que la línea Berlín-Bruselas-París tenga todos los trenes completos con semanas de antelación.
El bloguero ferroviario Sebastian Reisinger, fija su atención también en la calidad de los vagones:"También hay que tener en cuenta el material rodante, especialmente aquí en esta nueva ruta, para traer trenes más modernos en los próximos años para ser competitivos con otros proveedores. Pero creo que con la nueva división Nightjet vamos por el buen camino".
Deutsche Bahn, la principal empresa ferroviaria de Alemania, ha sufrido del deterioro que acompaña la falta de inversión de interés por el servicio público. Por eso los ferrocarriles austriacos superan con creces en la calidad de los vagones a los alemanes.
De aumentar los viajeros las empresas ferroviarias se verían obligadas a mejorar infraestruras y servicios como explica nuestra corresponsal en Berlín Liv Stroud:"Me acosté en Berlín y me desperté en Bruselas. Este es el año del regreso de los coches cama. Con el cambio climático en todos los titulares, las compañías ferroviarias están planificando rutas para conectar las capitales europeas. Pero, ¿será esto suficiente para hacer que viajar trate más del viaje que del destino?"