La Navidad llega al Castillo Museo de Nagytétény, uno de los monumentos más destacados de la arquitectura barroca de Hungría. Cada año el castillo
PUBLICIDADLa Navidad llega al Castillo Museo de Nagytétény, uno de los monumentos más destacados de la arquitectura barroca de Hungría. Cada año el castillo abre sus puertas a un selecto grupo de artistas contemporáneos que se encargan de decorar 26 árboles de navidad según los estilos artísticos de las distintas habitaciones del recinto.
Natalia Gyulai forma parte de los artistas elegidos: “El Rococó es mi periodo favorito. Riqueza, lujo, grandeza, moda… He decorado el árbol de navidad con plumas rosas de marabú. Las plumas exóticas son caras y representan la grandeza. Casan perfectamente con los muebles rococó. La paloma blanca representa el espíritu santo, el amor y la felicidad en el arte religioso”.
La feminidad es un elemento importante del barroco francés para Sára Gink, una joven artista que eligió la sala de este estilo para dar forma a su particular árbol de navidad: “El hedonismo extremo y la rica decoración del barroco tardío se pueden ver en este árbol. Las flores de hydrangea simbolizan la feminidad. Los líquenes rosa pálido de Islandia simbolizan el hedonismo. He decorado el árbol con frutos de árbol de clavo. Fue agotador colocar cada botón de clavo en los alambres. El clavo simboliza la Navidad. Sienta bien percibir los olores del clavo y el pino juntos”.
Para otro árbol, la decoración está hecha de papel, concretamente de portadas de viejas revistas femeninas retorcidas y pintadas en planta. Las bolas de plata son estropajos.
No obstante, el más sorprendente fue el árbol blanco en la sala con los muros a rayas. Las estrellas están hechas de nudos de cables eléctricos.
El Castillo de Nagytétény acoge además una rica colección permanente de muebles artesanales de entre el siglo XIV y el XIX, otra buena razón para visitarlo.
Los árboles de navidad estarán presentes hasta el próximo cuatro de enero.