Una exposición rinde homenaje en Roma al artista italiano, Carlo Rambaldi, 'padre' de King Kong, Alien y E.T., el extraterrestre. Tres creaciones que recibieron en su día el reconocimiento con tres Óscar a los mejores efectos especiales de la Academia de Hollywood.
Detrás de una película se esconden muchas cosas, como el ingente trabajo que ocultan los grandes monstruos de la historia del cine. Carlo Rambaldi fue un genio de los efectos especiales con tres Óscar por King Kong (1976), Alien (1979) y E.T., el extraterrestre (1982).
Una exposición en Roma rinde homenaje a su trabajo.
Debutó con Sigfrido, con el dragón protagonista de esta producción italiana de 1957, pronto saltó a Hollywood para dar vida a King Kong, y crear criaturas como Alien o E.T., el extraterrestre.
"Su padre tuvo un taller de bicicletas, que luego fue de motos. Y si uno tiene la posibilidad de detenerse en mirar qué hay dentro de sus máquinas, de sus criaturas, se observa que esta experiencia inicial de su vida, de ayudante de su padre, ha seguido una constante evolución desde el principio. Dentro de cada una de sus criaturas hay siempre alguna cosa que nos recuerda a una bicicleta", explica el comisario de la muestra, Claudio Libero Pisano.
En aquellos tiempos sin ordenadores ni efectos digitales, los monstruos del cine eran máquinas de precisión fabricadas con elementos mecánicos.
Su extraterrestre E.T. quedará grabado para siempre en la retina de varias generaciones.
Su fuente de inspiración fue la mascota que tenían en casa como recuerda su hijo: "Tuvimos una gata, una gata del Himalaya, similar a una persa, con cara de ángel, unos grandes ojos azules y el pelo blanco. Y de allí le llegó la iluminación. Un día viéndola pasear por casa, la observó y dijo: "aquí está la quintaesencia de la inocencia". Y la cara de E.T. se creó digamos copiando la cara de un gato", comenta Victor Rambaldi.
Todo el universo de los efectos especiales del italiano Carlo Rambaldi en la exposición "La mecánica de los monstruos" en Roma hasta el 6 de enero.