Un viaje musical alrededor del mundo, en el Concierto de una Noche de Verano, con la Orquesta Filarmónica de Viena.
Un viaje musical alrededor del mundo, en el Concierto de una Noche de Verano, con la Orquesta Filarmónica de Viena.
"Pensamos que, después de un año en el que todo el mundo estaba realmente limitado a la hora de viajar y visitar otros países, para vivir diferentes experiencias... utilizamos la música para recordarnos lo hermoso que es esto", declara Daniel Harding, director de orquesta.
"Elegimos un programa musical con compositores de toda Europa, de Estados Unidos, de Rusia y al final, incluso, vamos más allá de nuestro planeta. Gracias a Gustav Holst vamos a Júpiter, al que se describe como el portador de la alegría", añade Daniel Harding.
El pianista ruso-alemán Igor Levit interpreta la ‘Rapsodia sobre un tema de Paganini’, de Serguéi Rachmaninov, en el Palacio de Schönbrunn de Viena.
"Hay algunos espacios humorísticos aquí y allá, pero es más bien lúgubre. Todos conocemos la famosísima variación 18, que transmite mucho cariño y es atrevida y emotiva... En su conjunto, la pieza es ingeniosa, aunque no en un sentido divertido. Más bien, de un modo lúgubre. Sobre todo, esta pieza, es extraordinariamente divertida de tocar", afirma el pianista Igor Levit.
El sonido único de la Filarmónica de Viena es una combinación de músicos de increíble talento, instrumentos únicos y la herencia de ‘estrellas’ de la orquesta.
"Si hubiera tocado en nuestra orquesta en 1875, en la ópera, habría interpretado Aida con Guiseppe Verdi. Habría interpretado el Ocaso de los Dioses con Richard Wagner, estrenado las sinfonías de Brahms... Gustav Mahler fue director de ópera de la Filarmónica... Así que, puede apreciar todos estos nombres que forman y dan forma a nuestro sonido. Este sonido está en nuestra memoria colectiva y se transmite de generación en generación", señala Daniel Froschauer, presidente de la orquesta Filarmónica de Viena.
"Es como un gran coche. Es una orquesta peligrosa de conducir porque los músicos reaccionan instantáneamente a todo lo que haces. Y, como director de orquesta si consigues hacerlo bien y puedes ‘bailar con ellos’, de manera que funcione, te darán el mundo. Si lo haces mal es una 'bestia' peligrosa", asegura Daniel Harding, director de orquesta.
Un vals de Strauss pone fin al concierto. Un regreso a Viena y al hogar tras el ansiado viaje, un mensaje que resuena en Igor Levit, tras los recientes momentos de dificultad.
"Este año nadie ha resultado herido... Y, por eso, mi anhelo es volver al hogar y volver con la gente que realmente quiero", concluye el pianista Igor Levit.