Por Redacción en español con EFE
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El inicio del carnaval abre la espita a la juerga desenfrenada en Río y Sao Paulo. Los brasileños festejan la vuelta de su fiesta más loca tras dos años de ausencia por la pandemia.
"Declaro abierto el carnaval de la democracia", anunciaba viernes el Rey Momo en Río de Janeiro, celebrando el fracaso de la intentona golpista del 8 de enero.
Y asi comenzaban cinco días de jolgorio para 46 millones de brasileños dispuestos a entregarse a la juerga desenfrenada.
En el sambódromo de Sao Paulo las "escolas" de samba vuelven con sus majestuosos desfiles, por los que el público tiene que pagar. En cambio los "blocos" o las comparsas típicas de los carnavales, son diversión gratuita para todos.
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