Un nuevo informe científico confirma que el Mar Menor se ahoga por la agricultura

El Mar Menor visto por el satélite Sentinel 2 de la red europea Copernicus el 13 de octubre de 2019
El Mar Menor visto por el satélite Sentinel 2 de la red europea Copernicus el 13 de octubre de 2019 Derechos de autor Iban Ameztoy. Contiene datos modificados de Copernicus Sentinel 2019.
Derechos de autor Iban Ameztoy. Contiene datos modificados de Copernicus Sentinel 2019.
Por Rafael Cereceda
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El Instituto Español de Oceanografía ha publicado un nuevo informe que señala los vertidos de las actividades agrícolas como los principales causantes del último episodio de mortalidad masiva de fauna en la laguna.

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El Instituto Español de Oceanografía (IEO) ha publicado un nuevo informe que señala los vertidos de las actividades agrícolas como los causantes del último episodio de mortalidad masiva de fauna en la laguna. Mucho se ha debatido sobre las posibles causas, pero los seis autores del estudio descartan que la temperatura del agua provocara el episodio extremo en la laguna situada en la región de Murcia, en el Levante español. 

Se destaca que los vertidos continuados de fertilizantes y otros nutrientes agrícolas ha "estropeado" la capacidad de autorregulación del frágil ecosistema del Mar Menor. 

El informe fue encargado por el Ministerio para la Transición Ecológica después del último episodio de mortalidad masiva, este mes de agosto, y completa el publicado en julio de 2020 donde ya se apuntaba a la "eutrofización" como la principal causa de que el Mar Menor se esté ahogando, literalmente. 

La eutrofización es un fenómeno por el cual los nutrientes aportados por la agricultura, especialmente por la actividad intensiva, provocan un crecimiento anormal de algas en el medio acuático. La saturación de algas provoca que se reduzca el oxígeno disponible en el agua ahogando, literalmente a la fauna. 

En el informe se señala que los vertidos masivos comenzaron a principios de verano en las inmediaciones de la rambla de Albujón, uno de los puntos de entrada habituales de los componentes químicos en la laguna. 

El afloramiento de algas o "bloom" continuó extendiéndose durante el verano provocando que el agua se enturbiara y redujera la luz disponible para la fotosíntesis “hasta niveles totalmente críticos para la supervivencia de la vegetación del fondo”. Si la situación persiste, la muerte de la flora del fondo agrava la situación de la laguna. 

Además las algas en descomposición consumen el oxígeno de la laguna "hasta niveles próximos a la hipoxia" que se alcanzaron en el mes de agosto con niveles inferiores a la media histórica de este ecosistema y, aunque no tan graves como los que se alcanzaron en 2019 son niveles de oxígeno inferiores "a lo considerado estresante o incluso letal para muchas especies marinas".

Este mes de septiembre se ha observado una ligera mejora de los niveles de oxígeno, sin embargo persisten la saturación de materia orgánica y la turbidez del agua.

Detener los vertidos

Como ya hicieran en su informe de 2020 los científicos llaman a detener los vertidos provocados no sólo por la agricultura sino también por la industria química minera, las obras públicas y los desarrollos urbanísticos. 

Explican que aunque será difícil, es posible recuperar el ecosistema si se frena la contaminación. La salinidad, otra de las claves para la recuperación, está mejorando desde el año pasado y podría recuperar los valores normales en el verano de 2022 si no se producen lluvias torrenciales u otros fenómenos climáticos extremos. 

También llaman a terminar con la práctica de las "golas", canales de comunicación con el Mediterráneo que alteran la salinidad de la laguna. 

La otra solución por la que abogan los científicos del IEO es la mejora de los sistemas de vigilancia del equilibrio de la laguna. "Los últimos sucesos ocurridos en el Mar Menor y la confusión sobre sus causas reflejan también las deficiencias de los actuales sistemas de monitorización de la laguna" comentan.

Las imágenes por satélite, una herramienta clave

Los científicos del Instituto Español de Oceanografía disponen de varias fuentes para observar la evolución de la laguna. Además de las mediciones sobre el terreno, en los últimos años también cuentan con las imágenes por satélite que dan información muy precisa sobre la composición del agua, y su saturación en algas. 

Los satélites Sentinel de la red europea Copernicus y en particular los satélites Sentinel 2 ofrecen imágenes de alta resolución que, con el tratamiento adecuado, permiten observar los cambios en la superficie del agua. Es una de las claves del proyecto Sen2Coast liderado por la científica Isabel Caballero de Frutos.

Los expertos desarrollan diferentes filtros que permiten observar por ejemplo la saturación en algas. La manga del Mar Menor este verano aparece invariablemente saturada en algas en algunas zonas. Y en varios momentos se pueden observar vertidos importantes.

Contiene datos modificados de Copernicus Sentinel 2021 procesados por Rafa Cereceda con EO Browser
El Mar Menor el 18 de agosto de 2021 utilizando el filtro Ulyssys Water Quality Viewer (UWQV)Contiene datos modificados de Copernicus Sentinel 2021 procesados por Rafa Cereceda con EO Browser
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A modo de comparación, una imagen de la laguna en marzo utilizando el mismo filtroContiene datos modificados de Copernicus Sentinel 2021 procesados por Rafa Cereceda con EO Browser
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