Aunque algunos recién llegados, como el cangrejo azul o el pez león, pueden afectar gravemente a la biodiversidad, anunciando la pérdida de algunas especies autóctonas, también podrían representar una nueva oportunidad económica para la pesca comercial.
Más de 900 especies foráneas han invadido el mar Mediterráneo en los últimos años debido al cambio climático y a otras circunstancias. Eso es un reto y una oportunidad. Aunque estos recién llegados, como el cangrejo azul o el pez león, pueden afectar gravemente a la biodiversidad, anunciando la pérdida de algunas especies autóctonas, también podrían representar una nueva oportunidad económica para la pesca comercial.
Costas Batargias, profesor de genética aplicada y cría de peces en el Departamento de Producción Animal, Pesca y Acuicultura de la Universidad de Patras, explica la situación.
"Las especies invasoras vienen de fuera del Mediterráneo, ya sea a través del estrecho de Gibraltar o del canal de Suez. Son especies que se desplazan debido al cambio climático. Algunas de ellas se adaptan mejor y se extienden, por lo que hay que controlarlas o utilizarlas de alguna manera. Además, interactúan con la fauna autóctona y eso no es bueno, la mayoría de las veces alteran la biodiversidad local y cuando algo se altera, cuando un ecosistema se modifica, se desequilibra, y no sabemos en qué dirección puede ir. Puede ir en una buena dirección, mejor para el ecosistema, o, la mayoría de las veces, va en la dirección equivocada, por lo que el ecosistema no puede sostener este tipo de cambios", afirma.
"La naturaleza siempre sabe cómo reaccionar y trabajar en ello, pero debemos prestar atención a estas especies, porque no sabemos realmente cómo van a interactuar con la fauna autóctona", concluye Costas Batargias.