Suiza hace equilibrios tras la apreciación del franco suizo

Suiza hace equilibrios tras la apreciación del franco suizo
Por Escarlata Sanchez
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Nieve, sol, clientes… Algo bastante normal en una estación de esquí durante la temporada de invierno. Pero en Suiza se ha convertido en toda una

Nieve, sol, clientes… Algo bastante normal en una estación de esquí durante la temporada de invierno.

Pero en Suiza se ha convertido en toda una hazaña desde la fuerte apreciación del franco suizo frente al euro.

Es el resultado de la decisión del Banco Central Suizo de no intervenir en los mercados para mantener la paridad de su divisa a 1,20 francos por euro.

Una situación que ha golpeado fuertemente la industria turística suiza, a favor de sus competidores de la zona euro, a mitad de precio.

La pequeña estación de Grächen ha encontrado remedio a estos males.

Berno Stoffel, Director de Grächen Tourism Company AG:

“El sector del turismo se está viendo muy muy afectado, porque estamos considerados como un sector de exportación. Pero producimos en Suiza, no podemos desplazar nuestra producción a otra parte. Nosotros hemos hecho una oferta a nuestros clientes, sobre todo los clientes del extranjero, de Alemania, Francia, Holanda o Bélgica. Hemos introducido un tipo de cambio fijo de 1 euro por 1,35 francos.”

“No ha habido anulaciones, al contrario. Para el periodo de final de temporada, para Pascua, tenemos una buena perspectiva de reservas. Y la gente viene a disfrutar.”

La iniciativa de un tipo de cambio fijo fue lanzada en 2011 y en ella participan un centenar de operadores.

Aquí, en la estación de Grächen, al pagar en euros y en efectivo, los clientes se benefician de descuentos y ventajas.

Así, los comerciantes disponen de reservas en euros, que pueden ayudarles a financiar parte de sus inversiones.

Como fue el caso en este hotel, donde pudieron realizar obras de renovación a menor coste.

El secreto, según el director de este hotel, está en tener una oferta de calidad y un tipo de cambio favorable para que no desaparezcan los clientes de la zona euro.

Y el pago en metálico compensa en parte la bajada de los precios, como nos explica
Olivier Andenmatten, encargado del Hotel Hannigalp:

“Al hacer la reserva por internet suele haber gastos de gestión y comisiones que van de un 15 a un 20%. Si usted paga con euros en metálico, entonces no hay intermediarios, ni comisiones ligadas a la tarjeta de crédito. El dinero nos llega directamente a la caja.”

La brutal subida del franco suizo tras la decisión del Banco Central el pasado 15 de enero, afecta a la economía Suiza.

Entre las más perjudicadas están las empresas exportadoras y sus subcontratistas, que representan la mitad del PIB del país.

Este fabricante de dispositivos de medición de presión y temperatura exporta el 90 por ciento de su producción.

El empresario Bernard Rüeger señala ajgunos de los problemas que están teniendo que resolver en Suiza para seguir siendo competitivos:

“Hemos tenido un primer impacto inmediato sobre las facturas abiertas, cuyos proveedores fueron pagados el 15 de enero, y que apenas cobramos ahora. Por lo que ahí tenemos una pérdida inmediata de un 20 por ciento. Más a largo plazo hemos tenido que tomar medidas para ser competitivos con nuestros amigos franceses y alemanes, cuyos precios han caído un 20 por ciento así de pronto. Por eso hemos tenido que reducir os precios.

Así que contrarrestar un choque de este tipo nos llevará entre 2 ó 3 años. Para nosotros va a ser muy complicado sobrellevar la decisión del banco nacional.”

Los informes de coyuntura anuncian que la economía suiza perderá tres cuartos del crecimiento previsto en 2015.

Y muchas empresas podrían tener que renunciar a sus proyectos de desarrollo.

La directora de la Cámara de Comerci de Vaud, Claudine Amstein evoca el tema de la congelación de sueldos:

“Para mantener su competitividad, las empresas hoy en día solo tienen una solución y es hacer un análisis de los costos en su totalidad. Esto también concierne a la energía. Es decir, podemos ver por ejemplo, si podemos subcontratar en la zona euro, o mejorar los procesos para reducir costes. Además está el debate sobre la política salarial. Se ha planteado congelar los sueldos. Hay un debate en el que se contempla reducir los beneficios a los empleados. “

Recortes salariales, supresión de suplementos e incluso el pago en euros son algunas de las medidas que las empresas estudian imponer a los trabajadores fronterizos.

La lista de las empresas que ya han dado el paso se alarga cada día, según nos confirma Vania Alleva, copresidenta de UNIA, put here the text you want to be clickable el sindicato más grande del país.

Cada vez hay más empresas que ejercen presión sobre sus empleados. Quieren bajar los sueldos, pagar los salarios en euros o aumentar las horas de trabajo. Y no es justo hacerles pagar a los trabajadores. Esta no es la solución. Al contrario, esto va a aumentar las dificultades económicas, la demanda interna va a venirse abajo, y en realidad habrá más problemas.”

Una demanda interna que se ve amenazada sobre todo por el turismo de compras en las zonas fronterizas de Suiza.

Por lo que los comercios multiplican sus rebajas y descuentos.

Las ganancias por la compra de productos importados de la zona euro se refleja en los precios.

Este concesionario de automóviles se ha quedado desierto desde mediados de enero y muchos encargos de empresas han sido anulados. Por lo que los proveedores han de conceder importantes descuentos, señala Sergio Protopapa
director de AMAG Fribourg:

“Nuestra bonificación alcanza un 15 por ciento. Es muy necesaria y esperamos poder compensar la pérdida de beneficio. Pero está claro que por cada unidad que vendemos, tenemos un 15 por ciento menos de ingresos. Y tendremos que compensar las pérdidas aumentando las ventas.”

La apreciación de la moneda suiza frente al euro y el dólar ha hecho que cunda el pánico en los bancos privados y de gestión de patrimonio, que ofrecen sus servicios a clientes extranjeros.

El banco privado suizo Julius Baer ha anunciado que suprimirá alrededor de 200 empleos dentro de su programa de eficiencia para recortar el gasto.

Michel Dérobert es el director de la Asociación de bancos privados suizos.

“Los bancos privados son empresas exportadoras. Así que hay un claro impacto porque su base de negocio está en Suiza, y los ingresos son parcialmente en moneda extranjera. Así que hay que establecer una disciplina muy estricta en toda la economía para poder tener una moneda muy fuerte, pero es una disciplina saludable porque nos especializamos en actividades de un mayor valor añadido”.

Los nichos de mercado son una de las claves de la prosperidad suiza.

Esta marca de alta gama de relojes de pulsera apuesta por esta tradición con siglos de experiencia.

Al no haber competencia extranjera en el sector de la relojería de lujo se limitan las pérdidas en este sector.

Jean-Claude Biver de la casa de relojes de lujo Hublot asegura que estos relojes son para la eternidad:

“¡Son para toda la vida!”
“A esto le llamamos la herencia cultural, y la herencia cultural nunca muere.”

En cuanto a la competencia de la zona euro, esta marca de referencia suiza se muestra optimista.

“Los suizos están condenados para siempre a mejorar constantemente sus productos, a innovar, ser creativos, y siempre deben buscar la mejor estructura, y organización, para lograr el precio más rentable. En cada derrota, incide Biver, está la semilla del éxito, como un virus, una bacteria… Y es a esa semilla a la que debemos aferrarnos para que germine hacia un nuevo triunfo.”

Otra luz de esperanza para la economía suiza está en las medidas anunciadas por el Banco Central Europeo para impulsar el crecimiento en la zona euro y que podrían beneficiar también a las exportaciones suizas.

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