El conflicto del carbón en Alemania, en el interior del bosque de Hambach

El conflicto del carbón en Alemania, en el interior del bosque de Hambach
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Por Hans von der Brelie
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INSIDERS se adentra en una gran operación policial que se está llevando a cabo alrededor del bosque de "Hambach", muy cerca de la mayor mina a cielo abierto de lignito de Alemania

INSIDERS se adentra en una gran operación policial que se está llevando a cabo alrededor del bosque de Hambach, muy cerca de la mayor mina a cielo abierto de lignito de Alemania. Antes de que amanezca nos acercamos a la excavación. La tarjeta de prensa de nuestro compañero Hans Von der Brelie le permite acceder a una zona del bosque ocupada por activistas pro medio ambiente, que han construído unas sesenta cabañas en la copa de los árboles. Quieren frenar la extensión de la mina de carbón. El terreno que ocupan pertenece a la empresa que la explota. La policía acude con fuerzas especiales capaces de operar en la copa de los árboles. Las fuerzas de seguridad proceden lentamente para desalojar a los manifestantes que se encadenan o se atan a sus construcciones.

Ha habido hasta siete aldeas despedigadas en lo alto del bosque. Una de ellas se llama "Galia". Una docena de manifestantes permanecen atrincherados. Entre ellos una jóven a la que apodan "ghost"... fantasma: "Vivimos en las copas de los árboles, así que no pueden alcanzarnos. No pueden talar un bosque lleno de gente. Allí hay una enorme mina a cielo abierto, que no cesa de crecer desde hace... 40 años. Ahora incluso quieren cortar este último trozo de madera para poder sacar el lignito del suelo. Pero ya no necesitamos el carbón, estamos en medio de una revolución energética. No estamos usando la violencia. Es una sentada. Estamos en la cima de los árboles. Esperamos quedarnos aquí. Pero no usamos la violencia".

Hans pregunta a "Ghost" si puede unirse a ella. En un principio no se lo permiten, pero ella acepta filmar con la go-pro. "Ghost" y sus amigos tienen víveres y agua para aguantar al menos dos semanas de asedio. Apenas unos minutos después que el equipo de Euronews converse con "Ghost", la excavadora se abre paso hacia las casas de los árboles. Algunos activistas intentan ralentizar la evacuación.

La indignación, frustración e impotencia de los activistas se puede ver en sus expresiones: "Ya ves lo que está pasando", dice una de ellas. "Tal vez la ley les ampara. Pero lo que están haciendo es absurdo. En Berlín los políticos están hablando en este mismo momento de la eliminación gradual del carbón como fuente de energía. Todos sabemos que el carbón tiene los días contados", explica el activista Kai Neumann con las lágrimas a punto de derramarse. Su compañera, Julia Brinner, considera que lo que está sucediendo allí es una contradicción: "Es increíble lo que está pasando estos días en Alemania. Supuestamente somos pioneros en la política sobre el clima. Este bosque podría haber sido el símbolo del abandono del carbón. Pero lo están destruyendo ante nuestros ojos. Es totalmente absurdo. No puede ser...”

  • El mayor operativo policial de la región

En cuatro décadas, las excavadoras han de devorado ya 4000 hectáreas de bosque. Y aun siguen trabajando.

En la evacuación participan unos 2.000 policías. Es la mayor operación de seguridad jamás realizada en la región de Renania del Norte-Westfalia.

La mayoría de los activistas han optado por la desobediencia civil. Pero algunos van más allá según nos comenta Erhard Nimtz, de Kerpen, un pueblo lindante con la mina: "Salimos del bosque de Hambach por la tarde y fuimos atacados por dos encapuchados, con máscaras que lanzaron cócteles Molotov contra nuestro coche. Nosotros estábamos dentro de un coche de policía y explotaron".

El Gobierno regional de Renania del Norte-Westfalia había advertido que las protestas podrían ser violentas. La policía realizó varios disparos al aire después de que varias personas enmascaradas les lanzásen piedras.

Perdido en la frondosidad del bosque, y tras cruzarse con barricadas y excavaciones en el camino para dificultar el paso, el equipo de Euronews se encuentra con “Cosy Town”, una ciudad en lo alto cuyos residentes se oponen en principio a la entrada de cámaras, pero terminan cediendo. Shiva reside en “la casa de la luna”. Recibe su nombre por su altura, esta dificulta su evacuación. La ecologista duda sobre la efectividad de la democracia y los conceptos de igualdad, o representación. No cuenta si ha participado en algún sabotaje pero acepta hablar sobre la violencia, las líneas rojas y la legalidad: “RWE (la mayor empresa energética alemana) es una gran compañía energética, con mucho dinero. Lo que les interesa es el carbón y "la pasta". Lo que hacemos aquí va en contra de la ley. Luchamos con medios ilegales que no cuadran con la ley. Este terreno pertenece a RWE. Tendría que haber sido declarado reserva de la naturaleza, pero lo compraron. Si dañas una excavadora la sentencia es la misma que si se ataca a un ser humano. No es justo, debería hacerse la distinción Vandalizar algunas de esas malditas máquinas, no es violencia. Pero yo nunca usaría la violencia contra un ser vivo o contra un ser humano".

No hay odio en sus palabras. Sus ojos oscuros miran directamente. Mientras ella ofrece un té al equipo, la policía del bosque acelera la evacuación. Shiva recuerda el momento preciso en que decidió unirse a "Cosy Town": "Vi esta tierra, tan vasta y tan muerta. Horripilante, como un paisaje lunar. Y un poco más allá, en el horizonte, vi todas esas centrales eléctricas de carbón alineadas y toda esa niebla que salía por las chimeneas. Al ver esa niebla, ese "smog" flotando en el aire, y me espantó sentir la ausencia de aire limpio. Entonces giré 180 grados sobre mi misma y vi este hermoso bosque, lleno de sonidos, lleno de vida, de ruiditos, de pajaritos piando, lleno de viento moviéndolo todo, lleno de armonía, de colores. Todavía me dan escalofríos al recordar ese instante. Pensé: ¡guau!"

INSIDERS | Germany's coal stand-off - Part 1

Dirección: la mina a cielo abierto. Detener la actividad de la mina cuesta dinero. Por eso, RWE insiste en seguir adelante con la extracción de lignito. Cerrar la actividad de la explotación de Hambach de la noche a la mañana, costaría entre cuatro y cinco mil millones de euros.

  • Visita a una excavación de 85 km cuadrados

Hans se sorprende al ver la inmensidad de la mina: "Vaya, ¡qué agujero!. Esta mina a cielo abierto ocupa más de 85 kilómetros cuadrados. En principio teníamos concertada una entrevista con RWE aquí, ahora. Pero acaban de cancelarla. En cualquier caso, RWE también tiene buenos argumentos en su haber: 21.000 puestos de trabajo relacionados directamente con el carbón, en toda Alemania. En esta región Renania del Norte-Westfalia 10.000 personas trabajan en el sector del carbón. Un punto a su favor. Pero por otro lado: también está el problema de la destrucción de la naturaleza y el problema del CO2".

El principal argumento a favor del carbón de RWE es que garantiza un suministro fiable de energía. Las centrales eléctricas a base de carbón suministran energía a industrias que consumen gran cantidad de electricidad, las veinticuatro horas del día independientemente de las condiciones climáticas.

Pero los visitantes con los que el equipo de Euronews habló en el mirador de la mina están a favor de cambios rápidos, estructurales y de gran alcance, reflejando la opinión de muchos alemanes: "Estamos comiéndonos la vida de las generaciones futuras. Éste es un problema de responsabilidad. Y los que continúan extrayendo lignito están eludiendo la suya".

El abandono paulatino de la energía nuclear y la derivada del carbón al mismo tiempo, podría, según ciertos investigadores, generar un problema serio en la estabilidad del suministro energético. Otros dicen que ésto no es cierto: Alemania podría hacer frente al abandono de ambos al mismo tiempo.

El equipo de Euronews ve acercarse un enorme tren transportando carbón. El lignite es el carbón más contaminante que existe. Sin embargo, Alemania pretende estar en la vanguardia en protección del clima cuando el 37% de su electricidad se genera con este combustible.

  • La opinión de algunos vecinos

El pueblo de Morschenich va a ser demolido, al igual que el bosque de Hambach. En 2024 Morschenich habrá pasado a la historia. Cerca de dos tercios de sus residentes ya se han marchado. Pero, sorprendentemente, algunos de sus lugareños están a favor del lignito. Petra Heller es la viuda de un trabajador de RWE, pero está a favor de la mina: "Si saliéramos del carbón de la noche a la mañana, destruiríamos todos los puestos de trabajo relacionados con él. Imagínense lo que va a pasar con todas esas familias con niños, no se trata sólo de medio ambiente.... La pregunta es: ¿qué va a pasar con todos los niños, si cientos, si miles de padres de familia pierden su trabajo."

Pero, ¿hay que dejar el carbón rápidamente, o debería haber un periodo de transición?

Otro vecino, Michel Felten, lo tiene claro: "No podemos abandonar el carbón de la noche a la mañana. Un país del tamaño del nuestro no puede prescindir de él. Decir: vamos a cambiar completamente: energía verde... eso no funcionaría". También Bienca Biemann piensa lo mismo: "No funcionará. Todas las grandes industrias de por aquí, necesitan energía procedente del carbón, barata, producida por RWE. Si hoy RWE decidiera dejarlo mañana estaríamos a oscuras. Eso es un hecho. Las energías alternativas aún no están lo suficientemente avanzadas".

Heller insiste: "Mientras el carbón, el "oro negro", esté aquí debajo de nosotros, hay que extraerlo para que todo lo demás funcione. Esa es mi opinión".

Las infraestructuras del la RWE han sido objeto de actos vandálicos: se han quemado transformadores, dañado trenes de lignito, coches, maquinaria. Shepherd Wendelin, un pastor de ovejas de la zona, tampoco comulga con los activistas. Un día, comenta, tuvo problemas para reunir al rebaño: "La cerca eléctrica está por allí. Robaron la batería y el dispositivo de control de la misma cuando estaba apagada. Y han cortado mis cercas. Están enfermos. Son vándalos profesionales. Han cortado diez de mis cercas, cada una mide 50 metros de largo, y las han roto, cada una, al menos tres veces, a veces hasta cuatro y cinco veces”.

INSIDERS | Germany's coal stand-off - Part 2

Es domingo. Manifestantes de toda la región acuden a Hambach y se producen refriegas con la policía.La tensión entre manifestantes y fuerzas de seguridad no tarda en aparecer."Cruzamos la calle y empezamos a correr. Atravesé corriendo la barrera de seguridad. Entonces, la policía saltó por encima de la valla y uno de ellos me golpeó en la cabeza, con su porra, mientras corría", explica uno de los manifestantes.

Estación de trenes de Buir. Es un apeadero situado cerca de la mina a cielo abierto... y cerca del bosque. La mayor parte de los manifestantes respeta el itinerario aprobado oficialmente, al menos al principio. Michael Zobel es el organizador de la marcha del domingo por el bosque de Hambach: "Durante décadas, la empresa Rheinbraun, que hoy se llama RWE, construyó una red de apoyos que se adentraba en la política, los medios de comunicación y los sindicatos. Es difícil enfrentarse a ellos. Echa un vistazo a su propaganda, no concuerda con los hechos. Alemania está intentando fijar antes de finales de este año un calendario con una fecha para abandonar la energía derivada del carbón. Entonces: que frenen la tala de árboles y la destrucción de los pueblos hasta que tengan el calendario. Tenemos que poner fin a la destrucción de nuestro sustento”. Cuando Zobel inició sus marchas de protesta cada domingo, hace unos años, medio centenar de personas se unió a él. A raíz de la orden de evacuación del gobierno regional, su gesto se transformó en una manifestación con cerca de 6 mil manifestantes.

  • Poco futuro para el carbón

En la misma protesta, el equipo de Euronews encontró a Martin Kaiser. Kaiser es jefe de Greenpeace en Alemania y forma parte de la "comisión del carbón", un órgano consultativo oficial de alto nivel creado a principios de este año por el gobierno de Berlín. En él participan opositores y defensores del carbón. Estos políticos y expertos discuten alrededor de una mesa para establecer un calendario para abandonar esta fuente de energía. El gobierno espera que entreguen una propuesta antes de finales de este año: "La Canciller Merkel ha prometido reducir las emisiones de CO2 hasta 2020. El objetivo de Alemania es reducirlas en un 40 por ciento, con respecto a los niveles de 1990. Pero no lo conseguirá, se quedará muy lejos" . "Todos los países europeos que siguen quemando carbón deberían desconectar sus centrales eléctricas a base de este combustible, para finales de 2030. En Alemania eso significa que la mitad de las centrales eléctricas de carbón deben dejar de funcionar en 2020, y las demás, de tope, 2030", apunta.

La activista Antje Grothus, miembro de la misma comisión, dirige una ONG que reúne las preocupaciones de las personas que residen cerca de la central. Grothus explica su punto de vista sobre la fuerza de estas empresas: "Alemania empezó bien con las energías alternativas, pero los políticos se desanimaron, ¿por qué? El lobby del carbón es muy fuerte en Alemania. Es aterrador. Las empresas como RWE son extremadamente poderosas. Yo misma me doy cuenta. Ha habido intentos de poner fuera de juego a esta comisión sobre el carbón. Evidentemente RWE quiere que lleguemos a un compromiso. Todos sabemos que los puestos de trabajo sostenibles tienen relación con las energías renovables y no con las que están relacionadas con el carbón. Deberíamos gestionar la energía de forma más eficaz y usar menos energía".

Al acercarnos al bosque de Hambach, un puñado de manifestantes se sale del sendero autorizado e intenta sobrepasar el cordón policial. Quieren llegar hasta donde están los activistas de los árboles y retrasar la evacuación de los mismos y la destrucción de los árboles. Alemania pretende aumentar la participación de la energía eólica y solar para que pasen de un tercio al 65 por ciento de la energía generada, de aquí a 2030 (y reducir así las emisiones de dióxido de carbono). Dos de cada tres alemanes están a favor de la retirada progresiva del carbón: creen la modernización de Alemania se incentivará si cesa su uso.

INSIDERS | Germany's coal stand-off - Part 3

Varias familias han acudido a las protestas junto al bosque alemán, com esta pequeña que asistía con sus familiares: "Hoy ha habido... ¿cómo se dice? una ... manifestación. Y hemos participado en ella. Y ahora mismo hemos plantado algunos árboles. Al principio queríamos plantarlos dentro del bosque de Hambach. Pero ahora los estamos plantando aquí". Sus acompañantes consideran que el carbon es un combustible del pasado: "El lignito era necesario, en otra época. Sería un error demonizarlo completamente. Pero hoy tenemos alternativas. Deberíamos seguir adelante. Hay que desmantelar las viejas fuentes de energía y construyamos a partir de otras. No estoy diciendo que haya que abandonarlo de golpe. Pero podríamos hacer un copia-pega de la fórmula empleada con el abandono de la energía nuclear, con el carbón y, al mismo tiempo impulsar las energías alternativas” explica una asistente. "Este bosque existe desde hace unos 12.000 años y debido a la extracción de lignito lo van a talar completamente. El bosque será víctima de un concepto energético obsoleto que no durará mucho tiempo", apunta otra.

El conflicto por el Bosque de Hambach fue el detonante de un movimiento que sigue en pie: cada domingo un gran número de personas se manifiesta para salvar este bosque milenario, y las manifestaciones no sólo se producen aquí, a pie de mina, sino en toda Alemania. Quieren que esta forma de energía muy contaminante, cese, para poner fin al cambio climático y acelerar la transición energética. El carbón tiene los días contados.

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