El director de la Academia de Aviación de Austria: "Estoy muy orgulloso de que hayamos conseguido esto desde cero, hemos conseguido una base de entrenamiento básico con cinco simuladores en Wiener Neuestadt en diez o doce años".
Thomas Herrele entendió rápidamente que para tener éxito en el cielo, hay que entrenar también en la tierra. Es el director de la Academia de Aviación de Austria. Una escuela que dirige como si fuera su hijo, al mismo tiempo que pilota en vuelos de largo recorrido: "Desde la guardería sabía que quería trabajar en algo que tuviera que ver con los aviones. Estoy muy orgulloso de que hayamos conseguido esto desde cero, hemos conseguido una base de entrenamiento básico con cinco simuladores en Wiener Neuestadt en diez o doce años".
"Depende del simulador, pero su precio va de los ocho a los 40 millones de euros. Así que se trata de máquinas caras y esa es la razón por la que en ingreso es tan caro para quienes quieren empezar esta carrera", explica el piloto.
"Se debe entrenar con un simulador específico para cada avión, y tenemos clientes de Panamá, Australia, Indonesia...realmente de todo el mundo: 40 países y todos los continentes", termina.