Un difícil encaje de bolillos parlamentario ha permitido la reelección del socialdemócrata Stefan Löfven como primer ministro en Suecia. Löfven ha tejido alianzas a base de apoyos y abstenciones que le permitirán gobernar en minoría junto a los ecologista y aislar a la ultraderecha.
El Parlamento sueco ha reelegido como primer ministro al socialdemócrata Stefan Löfven tras un difícil encaje de bolillos que le permitirá gobernar en minoría junto a los ecologistas. Löfven, que tras dos votaciones frustradas alcanzó un pacto con el centroderecha y arrancó la abstención a los excomunistas, ha recibido 115 votos a favor, 153 en contra y 77 abstenciones. Aunque tiene menos apoyos que rechazos, el sistema político sueco permite que el jefe del gobierno sea elegido si no vota en contra la mayoría de la cámara y esta no lo ha hecho en nombre de un "cordón sanitario" para aislar a la ultraderecha, que emergió como tercera fuerza política del país tras las pasadas elecciones.
Como parte del pacto, el primer ministro sueco se ha comprometido a impulsar reformas en materia fiscal y laboral defendidas por el centro derecha y a excluir a los excomunistas de "cualquier influencia" en la dirección de la política nacional.
Löfven comparecerá el lunes ante el Parlamento para presentar su pograma de gobierno y al nuevo ejecutivo rojiverde.