Copenhague aspira a convertirse en la primera capital neutra en carbono

Copenhague aspira a convertirse en la primera capital neutra en carbono
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Por Gregoire LoryAna Lázaro
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Desde hace 17 años trabaja en la construcción de eco-barrios, el uso de energías renovables y el desarrollo de los transportes públicos

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La ciudad de Copenhague se ha fijado un objetivo medioambiental ambicioso. Quiere convertirse en la primera capital de mundo en alcanzar la neutralidad de carbono. Y la fecha límite que se ha impuesto es 2025.

El proyecto nació hace 17 años. Y avanza en varios frentes. El primero es la construcción de eco-barrios, con edificios cuyas fachadas vegetales permiten regular la temperatura o recolectar el agua de la lluvia. Y que además son multifuncionales.

"En principio, este edificio es un parking. Ahora nos encontramos en la azotea, que sirve como zona de recreo para los vecinos. Y en la planta baja hay una punto de reciclaje y un supermercado. Es un ejemplo de cómo se pueden combinar diferentes cosas", explica Ulrik Lassen, Consultor en planificación urbana de la compañía Rambøll.

Otro elemento clave del proyecto son las energías renovables. Ya en el año 2000, la ciudad disponía del parque eólico más grande del mundo. Actualmente proporciona electricidad a 60.000 hogares y el ayuntamiento planea construir dos parques eólicos adicionales, así como mejorar el rendimiento de las instalaciones existentes.

"Estamos trabajando para aumentar su potencia. Como estamos cerca del aeropuerto, las turbinas no pueden ser más altas. Pero la tecnología se ha desarrollado tanto que podemos conseguir que produzcan un 30% más que hoy en día", explica Monica Magnussen, directora del programa "Conoce la ciudad de Copenhague".

El tercer pilar del proyecto es el transporte público, y el metro está en plena expansión. En septiembre, la capital abrió una nueva línea con el objetivo de descongestionar las calles y reducir las emisiones de dióxido de carbono.

"Cuando se utiliza el metro, las emisiones son de 7 gramos por pasajero y por kilómetro. Supongamos ahora que lo comparamos con un automóvil que consume un combustible fósil tradicional: sus emisiones estarán en torno a 130 gramos por kilómetro", afirma Henrik Plougmann-Olsen, director del metro de Copenhague.

En Copenhage, el 75% de los ciudadanos se desplazan a pie, en bicicleta o en transporte público. Y se espera que de aqui a 2020 el número de usuarios del metro se multiplique por dos.

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