Por segundo año consecutivo, en el desfile han participado carrozas y disfraces satíricos representando a la comunidad judía ortodoxa
El carnaval de la ciudad belga de Alost sigue generando polémica.
La presencia en el desfile de carrozas y disfraces satíricos representando a la comunidad de los judíos ortodoxos le ha valido numerosas acusaciones de antisemitismo.
Incluso la primera ministra belga en funciones, Sophie Wilmés, ha dicho que es una "amenaza para la convivencia".
Pero las autoridades locales se defienden y argumentan que el carnaval se burla de todos y no de una comunidad en particular.
El año pasado, la UNESCO dedició eliminar el carnaval de Alsot de su lista del patrimonio inmaterial de la humanidad a causa de esta polémica. También Israel lo ha criticado.