El Consejo de Comercio y Tecnología tiene como objetivo principal adelantarse a China en el establecimiento de regulaciones y estándares tecnológicos. En la agenda de esta reunión, inteligencia artificial, gobernanza de datos o tenología verde.
PUBLICIDADDespués de años turbulentos y de una larga pausa, ha llegado el momento de que la Unión Europea y Estados Unidos se sienten a hablar sobre cómo confrontarse a China.
Se espera que este consejo de comercio y tecnología, TTC por sus siglas en inglés, que comenzará este miércoles en la localidad de Pittsburgh, dé a Europa más peso en la escena mundial y establezca las reglas del juego para el siglo 21.
Sobre el papel, el plan parece bastante abstracto
Facilitar el comercio, expandir la inversión, desarrollar estándares, impulsar la innovación.
Pero ¿qué significa esto exactamente en la práctica?
"No son negociaciones comerciales como hemos tenido en el pasado con la asociación transatlántica para el comercio y la inversión", explica Léa Auffret, especialista de la Organización Europea de Consumidores. "Esto es más un debate sobre la cooperación entre la Unión Europea y Estados Unidos a nivel gubernamental y regulador. Trata sobre salud, sobre clima. Sobre lo digital y la competencia. El TTC aborda el nexo entre cuestiones comerciales y digitales".
Inteligencia artificial, tecnología verde...
En la agenda, inteligencia artificial, tecnología verde, gobernanza de datos...Y cómo construir una enorme cadena mundial de suministro de semiconductores, los microchips que necesitan lavadoras, teléfonos o motos eléctricas.
Las conversaciones podrían verse ensombrecidas por el reciente episodio de los submarinos entre Francia y Estados Unidos.
Los organismos de control esperan que la reunión sea al menos transparente.
Un escudo contra China
"Nuestra principal preocupación es que este Consejo de Comercio y Tecnología podría ser usado como una especie de herramienta por la administración estadounidense y también por la industria para impedir a la Unión Europea regular aspectos importantes como plataformas o inteligencia artificial", señala Auffret.
Sin embargo, a pesar de sus diferencias, la Unión Europea y Estados Unidos tienen un importante objetivo común: asegurarse de que China, con sus diferentes valores y estándares, no sea quien al final imponga las reglas en tecnología.