Al mismo tiempo, Polonia se ha expresado a favor de que se active el artículo 4 del tratado de la OTAN, lo que implicaría abrir consultas de cara a una eventual acción militar
PUBLICIDADLa Unión Europea aumenta la presión sobre Bielorrusia para responder a la crisis de los migrantes.
Los ministros de Asuntos Exteriores han aprobado una nueva tanda de sanciones; se trata de la quinta.
Y en esta ocasión han puesto en su punto de mira las aerolíneas, las agencias de viajes y las personas implicadas en el traslado de migrantes desde Oriente Medio hasta Bielorrusia para después dirigirlos hacia las fronteras de la Unión Europea.
Josep Borrell, Jefe de Política Exterior de la UE, señalaba :"Podremos apuntar a los responsables de la explotación de migrantes vulnerables y de facilitar el cruce ilegal de fronteras en dirección a la UE".
Pero a pesar de las sanciones ya vigentes, el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, no se muestra dispuesto a ceder; es más, incluso amenaza con cortar el gas a Europa.
Un analista ha explicado a Euronews, desde Minsk, que la UE carece de la influencia económica necesaria en el país. Asi lo explicaba Yauheni Preiherman, fundador y Director del Diálogo de Minsk: "Desafortunadamente, lo que hemos visto el último año, es que en lugar de utilizar la diplomacia, la UE se ha limitado a hablar de sanciones.Y esto solo ha traido consecuencias negativas. Así que en mi opinión hace falta una diplomacia adecuada. Tiene que haber adultos en la sala, incluso por parte de la UE".
Mientras tanto, Polonia se ha expresado a favor de que se active el artículo 4 del tratado de la OTAN, lo que implicaría abrir consultas de cara a una eventual acción militar. Pero el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg ha rebajado la tensión con estas palabras: "Cualquier aliado de la OTAN puede invocar el artículo 4. En mi opinión, lo importante es que hay consultas entre los aliados de la OTAN y también que trabajamos en estrecha colaboración con la UE".
Para el secretario general de la organización atlántica no existe una amenaza militar inminente.
Mientras, miles de personas permanecen varadas en el frío en la frontera entre Bielorrusia y Polonia.