La UE celebra los avances que se propuesto Serbia tras el referéndum para reformar su constitución.
Momento dulce para la UE y Belgrado. El bloque agradece a Serbia el paso adelante del país tras el resultado del referéndum para cambiar la Constitución y dar más independencia al poder judicial.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, y el comisario de Ampliación, Olivér Várhelyi, se han reunido con la primera ministra serbia, Ana Brnabic, durante el consejo de Asociación UE-Serbia que ha tenido lugar en Bruselas.
Y Belgrado parece dispuesto a seguir trabajando por integrarse en la Unión Europea. "El estado de derecho, las reformas de la administración pública, las reformas económicas, la agenda verde son nuestras prioridades clave, este será el dominio principal de nuestro trabajo para la integración europea", ha apuntado Brnabic.
Pero el obstáculo más difícil para la entrada de Serbia en la UE es llegar a un acuerdo con Kosovo. Según la UE es fundamental estabilizar la región. "Kosovo y Serbia deben llegar a un acuerdo para permitir que el pueblo serbio en Kosovo vote en las elecciones serbias como siempre", ha reclamado Borrell.
Está en juego toda la seguridad europea, por lo que la UE quiere evitar que los Balcanes se conviertan en un polvorín. "La situación en los Balcanes es frágil, siempre es complicada, pero en este momento también es frágil y el papel de las instituciones de la UE, el Parlamento, la Comisión y el Consejo debe ser el de tener buenos contactos con todo el mundo y hacer hincapié que la propia región tiene que calmarse y tiene que cooperar", ha pedido el eurodiputado de los Socialdemócratas Andreas Schieder.
La UE espera que Belgrado pueda diluir la retórica revisionista de la República Srpska en Bosnia Herzegovina sobre los genocidios de los noventa.