Condenar a Putin por crímenes de guerra es complicado, pero no imposible

Russian President Vladimir Putin chairs a meeting with members of the government via teleconference in Moscow, Thursday, March 10, 2022
Russian President Vladimir Putin chairs a meeting with members of the government via teleconference in Moscow, Thursday, March 10, 2022 Derechos de autor Mikhail Klimentyev, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP
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Por Stefan Grobe
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Ucrania está recabando pruebas para denunciar a Putin ante la Corte Penal Internacional, pero el proceso es exhaustivo y acostumbra a extenderse varios años.

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El creciente número de víctimas civiles en Ucrania ha hecho aumentar las acusaciones de que Moscú puede estar cometiendo crímenes de guerra. Tanto por su implacable bombardeo de objetivos no militares en las ciudades, como su presunto uso de armas que aumentan el riesgo de muerte y lesiones para los no combatientes.

En su intento de encontrar purebas, **el gobierno de Ucrania ha abierto un nuevo frente en el conflicto. Ha enviado equipos para hacer inspecciones visuales a los sitios bombardeados para poder presentar así un caso contra Rusia en la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya. **

El mes pasado, el fiscal de la CPI anunció la apertura de una investigación sobre posibles crímenes de guerra en Ucrania. Una medida que fue bien recibida por los jefes de estado y de gobierno de la UE durante la cumbre europea de Versalles a finales de la semana pasada.

¿Qué es un crimen de guerra y cómo se puede probar?

Los crímenes de guerra, según el derecho internacional**, incluyen atacar a civiles, así como ataques que causan bajas civiles desproporcionadas respecto el objetivo militar.** Esto incluye ataques a hospitales, clínicas, escuelas, monumentos históricos y otros lugares civiles clave, así como ataques o bombardeos a ciudades, pueblos o viviendas que no estén defendidas y que no sean objetivos militares.

Aún así, muchos de los horribles actos de violencia que acaban con la vida de los no combatientes no cumplirían con los criterios. Y en la mayoría de los casos, es muy difícil demostrar que los asesinatos de civiles constituyen un crimen de guerra.

“El estándar para la condena en un tribunal penal internacional es extremadamente alto”, ha explicado a Euronews Marti Flacks, director de la Iniciativa de Derechos Humanos en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington.

“La expectativa de enjuiciar a alguien por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad es poder demostrar responsabilidad individual y poder demostrar que están dirigiendo o son responsables de una política de cometer estos crímenes.Y eso puede ser muy difícil, especialmente cuando no se cuenta con la cooperación del estado del que procede esa persona, que obviamente no tendríamos en el caso de Rusia”, ha detallado Flacks.

Para acusar a alguien, el fiscal de la CPI debe probar que los presuntos delitos son crímenes atroces: genocidio, crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra. El fiscal determina la gravedad al observar la escala, la naturaleza, la forma y el impacto de los presuntos delitos.

Pero la Corte Penal Internacional sólo juzga a individuos y no a estados. Por ejemplo, en el conflicto actual, Rusia no podría ser acusada, mientras que Vladimir Putin sí podría serlo.

¿Una orden de arresto para Putin?

Si se encuentran pruebas suficientes para establecer que ha habido motivos razonables para creer que se han cometido crímenes atroces, el fiscal puede solicitar que una sala de la CPI emita una orden de arresto contra Putin, pero presentar un caso en las circunstancias actuales puede ser complicado.

“Obviamente, cualquier enjuiciamiento penal requiere una serie de pasos, incluida la recopilación de evidencia física, entrevistas y recopilación de testimonios de testigos, recopilación de información contextual y documentación que explica las circunstancias en las que se cometieron los delitos. Y tratar de hacer esto en el contexto de una guerra activa en curso hace que sea difícil hacerlo”, ha explicado Flacks.

Si la CPI emitiera una orden de arresto contra Putin, su capacidad para viajar se vería severamente restringida. “Si la CPI buscara a Putin o a alguien de su liderazgo, los 123 miembros del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional estarían obligados a entregarlos a la CPI”, ha asegurado Flacks.

La realidad es que, para que Putin y otros líderes de alto nivel se enfrenten cualquier tipo de cargo, tendría que haber un cambio de régimen en Rusia: la posibilidad de que Putin sea arrestado por su propio gobierno es inconcebible.

Un largo tiempo para llevar a juicio a un jefe de Estado

Si finalmente hubiese cargos, y si Putin sigue siendo jefe de Estado, sería muy complicado que fuese juzgado. Este ha sido el caso de otros jefes de Estado que han sido acusados ​​y posteriormente no fueron llevado ante la CPI durante años porque toman medidas para evitar su presencia física ante el tribunal. Esto es importante, ya que la CPI no juzga a personas en su ausencia.

Aunque Putin y otros altos funcionarios militares y políticos sean acusados, es probable que el veredicto tarde años. “Los procesamientos de la CPI pueden llevar mucho tiempo. El caso que la CPI comenzó a investigar por la invasión rusa de Ucrania en 2014 sigue en curso”, dice Flacks. “Y sabemos que los enjuiciamientos que comenzaron en los primeros días de la CPI a principios de la década de 2000 en algunos casos se mantienen actualmente".

Ucrania también está buscando otra vía para responsabilizar a Rusia por el crímenes de agresión a través de la Corte Internacional de Justicia, que ha programado audiencias públicas. Se trata de un tribunal de la ONU se ocupa de las disputas entre países, por lo que no daría lugar a ningún cargo penal contra Putin como individuo.

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