Los Veintisiete llegan a la cumbre europea divididos en el tema energético. Países como España piden una intervención en los precios mientras Alemania se opone.
El aumento de los precios de la energía y el debate sobre si los Veintisiete deben intervenir para proteger las economías y los hogares europeos será uno de los temas principales de la cumbre europea de esta semana en Bruselas.
Y como es habitual, los países europeos están muy divididos.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha estado de gira por las capitales vendiendo su propuesta para introducir un tope en el precio y desvincular los precios del gas, ahora en alza, de los precios de la electricidad. Y ha logrado persuadir a sus compañeros del sur, como Italia, Grecia y Portugal, así como a Francia, Bélgica y algunos países del Este.
"Los precios ahora mismo en el mercado no están reflejando la realidad. Y tenemos por tanto que tomar medidas a escala europea tanto desde el punto de vista de la oferta como desde el punto de vista de la formación de los precios para proteger a nuestros ciudadanos y proteger también a nuestra industria", explicó Sánchez a su llegada al encuentro que mantuvó el lunes con el primer ministro de Bélgica Alexander de Croo.
Pero países como Alemania y Países Bajos no apoyan ninguna interferencia en el mercado energético. Mientras tanto, la Comisión Europea solicitará garantizar que el almacenamiento de gas se alcance al menos un 90 % para el próximo invierno para poder hacer frente a posibles cortes de suministro.
Pero está abierta a analizar otras ideas. “Tenemos que encontrar las mejores soluciones posibles para resolver esto. Nuestra intención es trabajar en las mejores opciones disponibles para los jefes de Estado y de gobierno porque cada opción tiene sus pros y sus contras y, por lo tanto, lo que queremos es finalizar nuestra propuesta como una manera para estructurar la discusión de los líderes”, apuntó el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic.
Para Bruselas, el objetivo es reducir las importaciones de gas ruso en dos tercios para 2023 y eliminarlas por completo para 2027.