Los ministros de Energía avanzan hacia un tope a todo el gas, aunque sigue habiendo obstáculos

Minute of silence at the European Energy Council following the passing of Queen Elizabeth II
Minute of silence at the European Energy Council following the passing of Queen Elizabeth II Derechos de autor European Union
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Por Jorge Liboreiro
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Los ministros se han reunido este viernes en Bruselas para tratar de reducir la crisis energética.

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Una mayoría de Estados miembros de la UE ha instado a la Comisión Europea a abandonar su plan original de limitar sólo el precio del gas ruso y apostar en cambio por un tope de mayor alcance para todas las importaciones de gas.

Sería parte de una serie de medidas excepcionales destinadas a frenar el aumento de los precios de la electricidad, incluidos los objetivos de ahorro de energía durante las horas punta y los nuevos gravámenes sobre los ingresos excesivos que los ministros de energía aprobaron en una reunión de emergencia este viernes para tratar el empeoramiento de la crisis energética.

Sin embargo, la Comisión ha advertido que una posible propuesta de limitación de precios no debería asustar a los proveedores ni poner en peligro el suministro de gas de la UE de cara a la temporada de invierno. 

"Estamos de acuerdo en la necesidad de una actuación urgente y contundente de la UE", ha defendido Jozef Síkela, ministro de Energía de la República Checa, quien ha presidido la reunión. "No ha sido una discusión fácil y claramente no será la última que tengamos", ha apuntado el ministro.

"Debemos asegurarnos de que la manipulación y la militarización de los suministros energéticos por parte de Putin fracasen", ha declarado Kadri Simson, comisaria europea de Energía.

La reunión se ha centrado en el ahorro de energía, que la mayoría de los Estados miembros reconocen como indispensable para hacer frente al desajuste entre la oferta y la demanda y a la desproporcionada influencia que el precio del gas tiene actualmente en la factura de la electricidad.

En el mercado liberalizado actual, el precio final de la electricidad lo fija el combustible más caro que se necesita para satisfacer toda la demanda, en este caso: el gas. Esto significa que cuando los precios del gas se disparan, también lo hace la electricidad, incluso si las fuentes limpias más baratas contribuyen al mix total. Este sistema, conocido como sistema marginalista, se ha visto afectado por la invasión rusa de Ucrania, lo que ha dado lugar a un número creciente de peticiones de intervención estatal y reforma del mercado.

"Esta reunión ha intenado encontrar mecanismos de mercado para reducir los precios, de modo que el mercado marginalista no estropee los precios de la energía barata", ha dicho el viernes por la mañana el vicecanciller alemán Robert Habeck.

"Probablemente tengamos que combinar diferentes herramientas para ser eficaces en la reducción de los precios de la electricidad", ha explicado su homóloga española, Teresa Ribera.

Ahorro de energía e ingresos adicionales

Al final de la reunión del viernes, los ministros de la UE han dado su visto bueno a cuatro de las cinco propuestas de medidas presentadas a mediados de esta semana por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Entre ellas un plan de ahorro a nivel europeo para reducir la demanda de electricidad en las horas punta (normalmente de 7 a 22 horas) y sobre el que los ministros no se ponen de acuerdo si debe ser voluntario o no. Pero también nuevo límite a los ingresos excesivos de las centrales eléctricas que utilizan fuentes más baratas que el gas (renovables, nuclear, carbón) y crear fondos adicionales para apoyar a los consumidores con problemas financieros. Se ha propuesto tambiñen crear un "mecanismo de solidaridad" para captar parcialmente los beneficios excesivos obtenidos por las empresas de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) durante la extracción, el refinado y la distribución.

Los ministros también han hablado de un  programa de ayudas estatales para inyectar liquidez adicional a las empresas de servicios públicos en dificultades, aquellas que llevan la electricidad a los consumidores una vez producida. 

La quinta propuesta, un tope de precios sólo para el gas de los gasoductos rusos, no ha recibido el  suficiente apoyo para salir adelante. En su lugar, la mayoría de los Estados miembros se han unido para impulsar un tope más amplio para todas las importaciones de gas que entren en el bloque, independientemente de su origen geográfico. Todavía no está claro si la herramienta se aplicaría sólo a los gasoductos o también al gas natural licuado (GNL), una mercancía muy valiosa que se ha convertido en esencial para diversificar proveedores y dejar de lado los combustibles rusos a raíz de la guerra de Ucrania.

"Danos un poco de tiempo para afinarlo",ha dicho el ministro Síkela.

El problema de la competencia

Al poner un tope de precios a todas las importaciones de gas, los países de la UE pretenden mitigar los altibajos del volátil mercado energético y garantizar que la factura de la electricidad se mantenga por debajo de un determinado límite artificial, independientemente de la demanda.

Los ministros italiano y griego han afirmado el viernes que hasta 15 Estados miembros estan a favor del tope de gas de gran alcance, entre ellos Bélgica, Suecia y Polonia. Alemania sigue oponiéndose a cualquier tipo de tope en el precio del gas y argumenta que podría incentivar el consumo, y España cree que el debate no está suficientemente maduro, según entiende Euronews.

La medida no está exenta de riesgos: Los productores de GNL podrían optar por vender sus productos en otras regiones que no tengan ningún tipo de tope de precios. Por ejemplo: Asia, donde el GNL tiene una gran demanda. "Tenemos que tener cuidado de no poner en peligro nuestra seguridad de suministro. El mercado del GNL es un mercado global", dijo la comisaria Simson.

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"Hay una competencia muy fuerte en el mercado del GNL y ahora mismo es importante que podamos sustituir los volúmenes rusos, cada vez más reducidos, por otros proveedores alternativos", ha recordado la comisaria.

Sobre la base de las conclusiones del viernes, se espera que la Comisión presente textos legislativos concretos el próximo martes. Todas las medidas podrían aplicarse rápidamente mediante un procedimiento de urgencia.

Simson se negó a decir si el Ejecutivo seguirá abogando por un tope de precios sólo para el gas ruso o si renunciará a esa opción y optará en cambio por el tope más amplio e indiscriminado aprobado el viernes. "La decisión no está tomada todavía", ha dicho, explicando que su equipo seguiría trabajando durante el fin de semana. A pesar de sus visibles dudas sobre el plan, Simson ha admitido que "todas las opciones están sobre la mesa".

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