Las organizaciones humanitarias temen que los problemas aumenten con la llegada del frío.
Bélgica vive una gran crisis de refugiados. Cada mañana se forman largas colas de personas solicitando asilo en el centro de registro. Las familias con niños tienen la prioridad, pero incluso para ellos hay una inquietante falta de albergues. Lo que deja impotentes a los activistas humanitarios, como a Helene Asselman. "En los últimos días nos hemos encontrado con más y más menores de 15 años, familias con cuatro hijos pequeños que no tienen soluciones. Estamos tratando de encontrar soluciones de emergencia para ellos, pero con lo que ha sucedido en los últimos días, con muchas más familias y menores que no han tenido una plaza, realmente temo que en los próximos días sea imposible encontrar una solución para ellos", ha asegurado la activista de la asociación Starpunt.
El sistema ya no puede hacer frente a las demandas, ya que los centros de acogida no tienen suficiente espacio. Este refugiado afgano lleva casi tres meses durmiendo en la calle, aunque consiguió registrarse hace tiempo. "No nos han dado un campamento, no tenemos refugio. Así que tenemos problemas con la ropa y los artículos de vestir. Y todas las autoridades a las que acudimos nos dicen que no hay lugar. Dormimos en la calle día y noche. No entendemos cuál es nuestra solución. Nos enfrentamos a diferentes problemas dondequiera que vayamos", ha lamentado el demandante de asilo.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos pide a Bélgica que proporcione alojamiento a los solicitantes de asilo. Según el gobierno de Bélgica, a finales de año la cifra total de demandas de asilo podría alcanzar las 100.000. Una cifra que ha aumentado con la llegada de ucranianos que huyen de la guerra y que, incluso con un estatuto especial, empiezan a quedarse fuera.
Los demás proceden principalmente de Afganistán, Siria, Burundi y Erithrea.