Los eurodiputados piden a Metsola que intervenga ante el cambio de opinión de Alemania

La presidenta del Parlamento, Roberta Metsola.
La presidenta del Parlamento, Roberta Metsola. Derechos de autor European Union, 2023.
Por Sandor ZsirosVincenzo Genovese
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Berlín bloqueó inesperadamente un acuerdo para prohibir la venta de vehículos de combustión en 2035.

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Tres grupos políticos han pedido a Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, que intervenga en el creciente enfrentamiento legislativo entre Alemania y la Comisión Europea sobre la supervivencia de los motores de combustión y la viabilidad de los combustibles electrónicos.

Se espera que la presidenta envíe una carta al Consejo en los próximos días en un intento de desbloquear la situación, que amenaza con hacer descarrilar una de las leyes climáticas más importantes de la Unión Europea y sentar un peligroso precedente para futuras negociaciones.

Alemania está bloqueando la aprobación final de una medida que impondrá una reducción del 100% de las emisiones de CO2 a las nuevas ventas de coches y furgonetas en todo el bloque a partir de 2035, prohibiendo de hecho los nuevos coches diésel y de gasolina. La Comisión afirma que la propuesta es esencial para alcanzar la neutralidad climática a mediados de siglo, ya que la vida media de un vehículo es de 15 años.

La ley fue negociada entre los colegisladores, el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo, y recibió el visto bueno del hemiciclo en febrero.

A continuación se envió de nuevo al Consejo, donde se esperaba que el acuerdo anterior se cumpliera sin mayores sobresaltos ni retrasos. Es decir, una mera aprobación formal.

Pero Alemania sorprendió a todos al exigir una exención para los combustibles sintéticos, una tecnología emergente que combina hidrógeno y dióxido de carbono para crear sustitutos de los combustibles derivados del petróleo.

Un proceso basado en la "confianza mutua"

La ley actualmente sobre la mesa se basa en las emisiones de CO2 detectadas en el tubo de escape, una condición que descarta el uso de combustibles sintéticos a partir de 2035.

El Ministerio de Transportes alemán, controlado por el partido FDP, favorable a las empresas, pide una ley aparte que abra la puerta a los combustibles sintéticos después de la fecha límite.

"Las propuestas deben contener algo más que una vaga declaración de intenciones", escribió esta semana el ministro alemán de Transportes, Volker Wissing, en su cuenta de Twitter.

"Cualquier solución que permita que los motores de combustión se utilicen exclusivamente con combustibles sintéticos respetuosos con el clima incluso después de 2035 es una buena solución para Europa como lugar de negocios".

En respuesta, los legisladores europeos han pedido a su presidenta, Roberta Metsola, para que hablara en su nombre y expresara su indignación colectiva por el bloqueo.

En una reunión celebrada el jueves por la mañana, los líderes de tres partidos políticos -socialistas, liberales y verdes- pidieron formalmente a Metsola que enviara una carta al Consejo de la UE, según han asegurado a Euronews funcionarios con conocimiento de las discusiones.

El Partido Popular Europeo (PPE), de centro-derecha y con la mayor delegación alemana en el hemiciclo, votó en contra.

Stéphane Séjourné, líder del partido Renovar Europa, ha adoptado una posición crítica en contraste directo con sus colegas liberales de Berlín.

"Este debate no es técnico. Es una cuestión de principios: tanto institucionales como políticos", afirmó Séjourné en un comunicado. "El Parlamento Europeo tiene que sacar músculo. El Consejo ha creado este lío, tiene que arreglarlo. Es una cuestión de credibilidad para el interés general de la UE".

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