Cassini, el principio del fin

Cassini, el principio del fin
Por Euronews
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“Hemos visitado el Laboratorio de Ciencia Espacial Mullard en el sur de Inglaterra donde hemos hablado con el grupo de científicos que trabaja para la misión…

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“Hemos visitado el Laboratorio de Ciencia Espacial Mullard en el sur de Inglaterra donde hemos hablado con el grupo de científicos que trabaja para la misión Cassini-Huygens. Entre sus logros: el lanzamiento de una sonda sobre Titán, la mayor de las lunas de Saturno, y el descubrimiento de un océano de hielo en Encélado, el sexto satélite saturniano. Justo ahora, la nave Cassini orbita entre el planeta y el anillo D”, comenta Jeremy Wilks, reportero de Euronews.

La bucólica Holmbury House alberga el principal laboratorio de investigación espacial inglés en Surrey Hills en el sudeste de Inglaterra.

Jugamos al críquet con los científicos del Laboratorio Mullard. Su director, Geraint Jones, nos explica cómo el equipo que pilota Cassini ha orientado la nave hacia su órbita final para conseguir la vista más cercana posible de Saturno.

“Cassini ha estado orbitando alrededor del planeta durante muchos años y se ha servido de Titán para cambiar de órbita. A finales de abril, volvió a cambiar de órbita rozando Titán. Ahora, se encuentra entre el planeta y el anillo D y, tras realizar 22 de esas órbitas, Cassini se precipitará contra Saturno en septiembre. (…) Al orbitar entre los anillos, podemos medir la distribución de masa dentro del planeta para averiguar cuánto material hay en el sistema de anillos orbitando alrededor del planeta mismo”, explica Geraint Jones, director del Laboratorio de Ciencia Espacial Mullard.

Uno de los hallazgos más importantes hasta ahora ha sido comprobar que, entre los 2 000 kilómetros de distancia que hay entre los anillos de hielo y las nubes de Saturno, no hay polvo.

La profesora de Física Espacial del Imperial College de Londres, Michele Dougherty, piensa que el magnetómetro de Cassini va a desvelar aún más secretos sobre Saturno:

“Aún no comprendemos cómo es el interior del planeta. Creemos que hay un núcleo sólido, probablemente, hay una región líquida por encima de ese núcleo que, de alguna manera, está generando un campo magnético. Otro asunto, bastante embarazoso, es admitir que pese a que la misión lleva ya 13 años, todavía no sabemos cuánto tiempo dura un día en Saturno.”

Saturno es descrito como un gigante de gas, un planeta compuesto en un 75% de hidrógeno, con algunos componentes interesantes en sus nubes que Cassini debería ayudar a explicar.

“Una de las mejores imágenes de Saturno es la vista del polo norte donde observamos esa estructura hexagonal girando en torno a la atmósfera. Podemos ver la atmósfera aunque de manera remota y percibir cómo la estructura cambia con el tiempo. Esta visión nos permite entender la dinámica de la atmósfera, si el material sube desde abajo. Los diferentes instrumentos son capaces de mostrarnos qué tipos de moléculas y materiales hay en la atmósfera, es casi como estar dentro de ella sin estarlo” explica la profesora de Física Espacial del Imperial College de Londres, Michele Dougherty.

Las lunas de Saturno son tan diversas e intrigantes como el planeta. En 2005, Cassini dejó caer la sonda Huygens de la ESA en Titán y descubrió una superficie impregnada de una lluvia que se parece más a la gasolina que al agua.

“La temperatura de la superficie de Titán es de unos 180 grados bajo cero, muy fría. Los paisajes de Titán se parecen mucho a los de la Tierra: hay ríos, lagos, mares, océanos de metano. Llueve, llueve metano o una mezcla entre metano y etano. La actividad meteorológica y geofísica en Titán es muy abundante y eso nos lleva a hacer paralelismos con lo que ocurre en el Tierra aunque los ingredientes sean muy diferentes”, explica Jean-Pierre Lebreton, científico de la misión Huygens de la ESA.

Otra de las lunas que ha fascinado a los científicos es Encélado. El sexto satélite saturniano solo tiene unos 500 kilómetros de diámetro y despierta gran interés al existir, sobre su superficie, las condiciones necesarias para la vida.

“Nos dimos cuenta con la misión de Cassini que Encélado está cubierto de hielo. En el polo sur hay grietas en el hielo, de esas grietas surgen géiseres que expulsan chorros de material. Cassini voló a través de esas emanaciones en 2008 y detectó agua salada, amoníaco, silicatos e hidrocarburos, lo que haría factible la posibilidad de vida”, explica Sheila Kanani.

La odisea de Cassini, tras 13 años alrededor del sistema Saturno, llega a su fin el 15 de septiembre.

Para evitar que la nave espacial caiga en Titán o Encélado, dos lunas que podrían albergar vida, Cassini está siendo, deliberadamente, orientado hacia las nubes de Saturno.

“Se acerca el final de la misión, es muy triste aunque nos permitirá seguir obteniendo datos hasta su desaparición. (…) La órbita será cada vez más baja y empezaremos a rozar la parte superior de la atmósfera. Pocos instrumentos en la nave Cassini pueden analizar la atmósfera directamente lo que nos permitirá saber, en el instante mismo, los materiales que componen la atmósfera”, explica Geraint Jones, director del Planetario del Laboratorio de ciencia espacial Mullard.

“En la última etapa a través de la atmósfera, la nave espacial comenzará a caer y se quemará. Eventualmente, se convertirá en parte de Saturno. Desgraciadamente, será el final de esta misión tan exitosa de Cassini”, finaliza Jones.

A través de una antena orientada hacia la Tierra, Cassini, durante su última inmersión en la atmósfera de Saturno, seguirá enviando datos hasta el momento de su desintegración.

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