Han sido 18 meses difíciles debido a que la COVID-19 ha alterado las vidas de los ciudadanos y ha provocado que millones de personas perdieran sus empleos. La reducción de los salarios, los despidos y el cierre de empresas han afectado a las economías mundiales. Pero surgió una nueva tendencia: el aumento de las empresas de nueva creación.
En octubre de 2020 se registraron 84 000 nuevas empresas en Francia, lo que supone un aumento del 20 % con respecto a 2019 y la cifra más alta jamás registrada. En Dubái se produjo una situación similar. Melody Mok fue despedida de su trabajo en el sector de la organización de eventos, el año pasado, y decidió fundar su propia empresa.
PUBLICIDAD
"Sentí que mi mundo se derrumbaba y derramé muchas lágrimas", afirma Melody Mok.
"Me dije: ¿qué voy a hacer conmigo misma? Y, al día siguiente, decidí que podía sollozar o, más bien, levantarme y hacer algo realmente positivo con ello", añade.
Apasionada confesa de la gastronomía, se apuntó a la moda de la ‘cocina casera’ y creó condimentos asiáticos a base de chile, recién hechos.
Al crear ‘Curious Elephant’, aseguró que "había aprendido mucho" y que "es tan gratificante como desafiante".
"Si no me hubieran despedido, probablemente, seguiría haciendo ese trabajo y quizá siendo infeliz. Pero, al menos, ahora me siento realizada. Soy feliz. Es el momento más feliz de toda mi carrera", declaró a Euronews.
PUBLICIDADComo muchas personas estaban confinadas en sus casas durante las 24 horas del día, el bricolaje y las mejoras en el hogar aumentaron su popularidad.
Mostafa Elhrizi y su pareja querían renovar su apartamento alquilado y buscaban soluciones asequibles y temporales. Pensaron en los azulejos adhesivos, pero no encontraron ningún sitio donde comprarlos en Dubái. Descubrieron un nicho de mercado.
"Los colocamos nosotros mismos y muchos de nuestros amigos vinieron, los vieron y no podían creer que no fueran reales. Enseguida pensamos que esto podría convertirse en un negocio", explica Mostafa Elhrizi, fundador de la empresa The Tile & Wrap Society.
Lo que en un principio era una microempresa se convirtió, rápidamente, en una empresa mucho mayor que utiliza vinilos decorativos para reformar cocinas y baños.
Durante la pandemia también se produjo una mayor demanda de ropa holgada y cómoda para estar en casa, ligada al aumento del número de personas que permanecieron confinadas. Brittany Sultani fundó, en Dubái, la marca de ropa Azuki, que crea alternativas cómodas, sostenibles, ecológicas y con estilo.
"Al comprar tanta ropa de la denominada ‘moda rápida’, a lo largo de los años, abres el armario y está a rebosar. Quería crear algo que fuera sostenible y ético, pero también, unas prendas que fueran a durar para siempre", dijo Brittany Sultani.
La marca de moda Azuki ha crecido tanto, en el último año, que Brittany ha podido fundar una segunda empresa: L'usturalia.
"Ahora estamos avanzando y convirtiéndonos en una especie de plataforma de comercio electrónico ‘multimarca’ para firmas de Australia y Nueva Zelanda. Varias marcas estarán disponibles en este sitio web, así como también estará Azuki, y apoyando a algunas pequeñas empresas locales de propiedad neozelandesa y australiana establecidas en los Emiratos Árabes Unidos", concluye Brittany Sultani.
