BRASILIA, 22 mar -El Banco Central de Brasil consideró las implicaciones de un alza de tasas de interés menor a la prevista, de unos 75 puntos básicos, pero decidió subir el tipo Selic en 100 puntos básicos ante las presiones inflacionarias, mostraron el martes las minutas de su última reunión de política monetaria.
La institución consideró que el conflicto en Ucrania agregó más incertidumbre y volatilidad y provocó un "shock" en la oferta de varios productos básicos, según las actas de la reunión del 15 y 16 de marzo, cuando el comité que fija las tasas de interés, conocido como Copom, elevó el tipo Selic de referencia al 11,75%.
"El Comité optó por una trayectoria de tasas de interés más oportuna que aquellas alternativas ya integradas en sus escenarios", indicaron las minutas.
"Esta preferencia expresa cautela en cuanto a las probabilidades otorgadas a sus escenarios y la medición de efectos adversos, así como su compromiso con la convergencia de inflación y expectativas a sus metas en el horizonte relevante", añadieron.
Las autoridades del banco central sugirieron la semana pasada que aplicarán otro aumento de 100 puntos básicos en la próxima reunión en mayo, endureciendo su postura al llevar las tasas de interés a "un territorio aún más restrictivo" para frenar los efectos secundarios del actual "shock" de la oferta.
El mensaje, junto con un aumento reciente en el precio del combustible por parte de la estatal Petrobras, contribuyó a un aumento en las apuestas del mercado sobre los precios al consumidor y tarifas más altas para fines de año.
En las minutas, las autoridades del banco central señalaron que la mayoría de las materias primas tuvieron ganancias "fuertes" desde la invasión rusa de Ucrania.
A pesar de considerar más probable un escenario alternativo y benigno para el petróleo, con precios que terminen en 2022 en 100 dólares porbarril, los integrantes del Copom decidieron que la estrategia más estricta sobre las tasas era la más apropiada.
Desde marzo de 2021, las tasas en Brasil han subido desde un mínimo histórico del 2%, con el objetivo de controlar una inflación que alcanzó el 10,5% en 12 meses hasta febrero.
El ciclo agresivo ha contrastado con las más recientes medidas del presidente Jair Bolsonaro, que ha decidido brindar mas estímulos económicos de cara a las elecciones de octubre.