Por Wayne Cole
SíDNEY, 7 jun - El banco central de Australia aplicó el martes la mayor subida de tipos de interés de los últimos 22 años y señaló que se producirán más ajustes en su lucha por frenar la creciente inflación, lo que sorprendió a los mercados y disparó el dólar australiano.
Al término de su reunión de política monetaria de junio, el Banco de la Reserva de Australia (RBA) elevó su tipo de interés en 50 puntos básicos, hasta el 0,85%, lo que sorprendió a los inversores que habían apostado por una subida de 25 o 40 puntos básicos. [AU/INT]
"Dadas las actuales presiones inflacionistas en la economía, y el todavía muy bajo nivel de los tipos de interés, el Consejo ha decidido modificarlos hoy en 50 puntos básicos", dijo el gobernador del RBA, Philip Lowe, en un comunicado.
"El Consejo espera dar más pasos en el proceso de normalización de las condiciones monetarias en Australia en los próximos meses".
El banco central ya había subido los tipos en un cuarto de punto porcentual (25 puntos básicos) en mayo, la primera subida desde 2010, y muchos habían pensado que se limitaría a movimientos de un cuarto de punto. La última vez que realizó una subida más alta fue a principios de 2000.
El dólar australiano subía un 0,4%, hasta 0,7223 dólares, mientras que la rentabilidad de los bonos a tres años se disparó 16 puntos básicos, hasta el 3,27%, un nivel no vistos desde principios de 2012.
Los futuros pasaron a reflejar el riesgo de una nueva subida de 50 puntos básicos en julio y un coste de los préstamos en torno al 1,5% en agosto, tras la publicación de las cifras de inflación del segundo trimestre, que se prevén elevadas.
La inflación de los precios al consumo alcanzó un máximo de 20 años, el 5,1%, en el primer trimestre, y podría acercarse al 6% este trimestre, debido al aumento de los costes de la energía, los alimentos, los alquileres y la construcción de viviendas.
"El aumento de los precios de la electricidad y el gas y las recientes subidas de los precios de la gasolina significan que, a corto plazo, la inflación será probablemente mayor de lo que se esperaba hace un mes", advirtió Lowe.
En apenas su tercera semana en el cargo, el ministro de Hacienda Jim Chalmers advirtió a los australianos que la inflación empeoraría antes de mejorar y que se prepararan para un invierno "difícil y caro".
Chalmers prometió que en el presupuesto previsto para octubre se incluirían algunas medidas de alivio del coste de la vida, centradas en el cuidado de los niños y la sanidad. El Gobierno laborista desbancó a la coalición nacional liberal en las elecciones de finales de mayo, heredando una deuda de casi un billón de dólares australianos (718.700 millones de dólares) y déficits presupuestarios.
Dado que la inflación parece que va a seguir alta durante más tiempo, los inversores apuestan por que el Banco de la Reserva de Australia tendrá que subir los tipos hasta cerca del 3% a finales de año, lo que supone una de las campañas de endurecimiento más agresivas de la historia.
La mayoría de los economistas dudaban de que los tipos subieran tanto, ya que los australianos tienen una deuda hipotecaria de 2 billones de dólares australianos, lo que les hace muy sensibles a los costes de los préstamos.
Los precios de la vivienda ya han empezado a bajar en Sídney y Melbourne tras una racha estelar en 2021, y la confianza de los consumidores ha vuelto al bache de la pandemia.