Por Terje Solsvik y Stine Jacobsen
OSLO, 7 jun - El Gobierno sueco no inyectará nuevo capital en la deficitaria aerolínea SAS y no pretende que el Estado sea un accionista a largo plazo de la compañía, declaró el martes en rueda de prensa el ministro de Industria, Karl-Petter Thorwaldsson.
La aerolínea, propiedad en parte de Suecia y Dinamarca, dijo la semana pasada que no había avanzado lo suficiente en su plan de reestructuración, conocido como SAS Forward.
"Queremos dejar claro que no inyectaremos nuevo capital en SAS en el futuro", dijo Thorwaldsson.
Suecia ha inyectado 8.200 millones de coronas suecas (834 millones de dólares) en la aerolínea en las últimas décadas, incluso a través de préstamos para rescatar a la compañía del colapso durante la pandemia del COVID-19.
El ministro dijo que propondría al parlamento que se permitiera a SAS convertir la deuda que tiene con el Gobierno en capital social.
SAS, con sede en Estocolmo, dijo el 31 de mayo que esperaba convertir la deuda en capital social y recaudar 9.500 millones de coronas suecas en efectivo, advirtiendo de problemas de liquidez si no llega.
Como parte de su plan, la empresa también ha buscado acuerdos con los sindicatos para reducir los costes y flexibilizar las horas de trabajo.
"La decisión sueca ejerce una gran presión sobre los acreedores y los empleados para que lleguen a acuerdos", escribió el analista de Sydbank Jacob Pedersen en una nota a los clientes.
"Si la empresa no puede atraer capital, porque Suecia y posiblemente Dinamarca no invertirán más dinero, esto corre el riesgo de ser un paso en el camino a la tumba", dijo Pedersen, que mantiene una calificación de venta sobre la acción.
Los Estados sueco y danés son los mayores propietarios de SAS, con una participación del 21,8% cada uno. Dinamarca aún no ha respondido al plan de reestructuración.
El Gobierno danés no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
(1 dólar estadounidense = 9,8346 coronas suecas)