16 jun - Rusia necesita replantear los contornos de su economía, muy dependiente de las exportaciones, para garantizar que la industria trabaje para el mercado interno, pero la mayoría de los controles de capital deben ser eliminados, dijo el jueves la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiullina.
En una intervención durante la principal conferencia económica anual de Rusia en San Petersburgo, Nabiullina dijo que una "parte sustancial" de la industria rusa debería empezar a operar para el mercado interno, en lugar de depender de las exportaciones para obtener ingresos.
Dijo que la mayoría de los controles de capital de Rusia deberían eliminarse y que no se prohibiría a los rusos tener cuentas bancarias en dólares estadounidenses u otras monedas extranjeras.
"Hemos tenido una serie de restricciones monetarias", dijo Nabiullina. "Mi opinión es que deberían eliminarse, la mayoría de ellas en cualquier caso".
Rusia introdujo controles estrictos sobre las operaciones monetarias en respuesta a las sanciones occidentales sobre Rusia, que incluían la inmovilización de unos 300.000 millones de dólares de las reservas del banco central.
El presidente Vladimir Putin ha dicho que Rusia prosperará pese a la imposición por parte de Occidente de las sanciones más severas de la historia moderna, pero que tendrá que reorientar los cimientos de la economía rusa, que tiene un PIB anual de 1,8 billones de dólares.
Nabiullina advirtió que se teme que la pérdida de acceso a las tecnologías socave la economía rusa.
Afirmó que Moscú debe buscar iniciativas privadas para garantizar el desarrollo tecnológico y evitar que se produzca una situación al estilo soviético en la que Rusia se quede atrás con respecto a sus competidores.
EL RUBLO Y EL GASTO
La reciente subida del rublo a máximos de varios años frente al dólar estadounidense ha hecho que el Gobierno ruso abogue por un rublo más débil.
El viceprimer ministro Andrei Belousov dijo que el rublo estaba sobrevalorado y que la industria se sentiría más cómoda si bajara a entre 70 y 80 frente al dólar estadounidense desde los 57 actuales.
Sin embargo, en San Petersburgo, Nabiullina defendió la estrategia del rublo, diciendo a los periodistas que el tipo de cambio del rublo debería seguir siendo flotante.
Nabiullina dijo que el gasto del Fondo de la Riqueza Nacional, donde Rusia ahorraba anteriormente los ingresos extra del petróleo y el gas, no era lo mismo que imprimir dinero.
El gasto actual del fondo, dijo, era la "devolución de los fondos que se acumularon en los últimos años".
"No se trata de una impresión de dinero nuevo no colateralizado que llegue de la nada", dijo.
Nabiullina añadió que el ritmo de subida de los precios, que se disparó en marzo tras la imposición de las sanciones occidentales, había disminuido más rápidamente que las expectativas iniciales del banco central, que prevé que la inflación de final de año se sitúe cerca del 14%.