Por Andrea Shalal
WASHINGTON, 20 sep - Un importante asesor de la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, advertirá el martes que el retraso de China en el alivio de la deuda podría cargar a decenas de países de ingresos bajos y medios con años de problemas de servicio de la deuda, menor crecimiento y falta de inversión.
El asesor de Yellen, Brent Neiman, tiene previsto criticar las prácticas de deuda "no convencionales" de China y su incapacidad para avanzar en el alivio de esta en un evento en el Instituto Peterson de Economía Internacional, según un texto de sus comentarios preparados obtenido por Reuters.
"La enorme escala de China como prestamista significa que su participación es esencial", dice Neiman en el discurso, citando estimaciones de que China tiene entre 500.000 millones y 1 billón de dólares en préstamos oficiales pendientes, principalmente a países de ingresos bajos y medios.
Muchos de esos países se enfrentan a dificultades de endeudamiento después de haber pedido grandes préstamos para combatir el COVID-19 y sus consecuencias económicas.
Ahora, la invasión a Ucrania por parte de Rusia ha hecho que se disparen los precios de los alimentos y la energía, mientras que las alzas de tasas de interés en las economías avanzadas ha provocado las mayores salidas netas de capital de los mercados emergentes desde la crisis financiera mundial, según Neiman.
Afirmó que no se ha materializado una crisis sistémica de la deuda, pero que las tensiones económicas y las vulnerabilidades internas están aumentando y podrían empeorar.
China tiene una responsabilidad única en materia de deuda, ya que es el mayor acreedor bilateral del mundo, con reclamaciones que superan las del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y todos los acreedores oficiales del Club de París juntos, dijo Neiman.
La crítica de Neiman a las prácticas de deuda de China es la última salva de los funcionarios occidentales y los líderes del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que se han cansado de los retrasos y las promesas incumplidas de China y los prestamistas privados.
Hasta 44 países tenían una deuda equivalente a más del 10% de su Producto Interno Bruto con prestamistas chinos, pero Pekín no ha condonado sistemáticamente las deudas cuando los países necesitaban ayuda, dijo Neiman.
En su lugar, China ha optado por alargar los vencimientos o los periodos de gracia, y en algunos casos, como el del Congo en 2018, incluso ha acabado aumentando el valor neto de sus préstamos.
Neiman dijo que la falta de transparencia de China y su frecuente uso de acuerdos de no divulgación complicaron los esfuerzos coordinados de reestructuración de la deuda, y significaron que los pasivos con China fueron "sistemáticamente excluidos" de la vigilancia multilateral.
Pekín se adhirió al Marco Común para el tratamiento de la deuda acordado por el Grupo de las 20 principales economías y el Club de París a finales de 2020, pero había retrasado la formación de comités de acreedores para Chad y Etiopía, dos de los tres países que habían solicitado ayuda en el marco.
En julio, China dijo que junto a otros acreedores oficiales proporcionarían tratamientos de la deuda para el tercero, Zambia, pero los retrasos habían prolongado la incertidumbre, y podrían desanimar a otros países a solicitar ayuda, afirmó Neiman.
Los tres casos deben resolverse rápidamente, sostuvo, y añadió que algunos países de renta media, como Sri Lanka, también necesitan una reestructuración urgente de la deuda.
Neiman advirtió que la financiación del FMI no debe ser utilizada por los países para reembolsar a acreedores selectos, y pidió una información y un seguimiento más transparentes de las garantías de financiación.
Señaló que China ha llevado a cabo prácticas "no convencionales" que han permitido al FMI avanzar sin obtener garantías de financiación estándar.
Citó las acciones pasadas de China sobre la deuda de Ecuador en 2020 y su negativa a reestructurar el servicio de la deuda de Argentina, a pesar de que los acreedores del Club de París probablemente lo harían.
"En muchos de estos casos, China no es el único acreedor que frena la aplicación rápida y eficaz del típico manual (de reestructuración de la deuda). Pero en todo el panorama crediticio internacional, la falta de participación de China en el alivio coordinado de la deuda es la más común y la más consecuente".