WASHINGTON, 21 sep - Las ventas de viviendas usadas en Estados Unidos cayeron por séptimo mes consecutivo en agosto, ya que la asequibilidad se deterioró aún más en medio de un aumento de las tasas hipotecarias y los precios obstinadamente altos, aunque el ritmo de descenso se moderó respecto a los meses anteriores.
Las ventas de casas usadas bajaron un 0,4% a una tasa anual desestacionalizada de 4,80 millones de unidades el mes pasado, dijo el miércoles la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios. Descontando la caída durante la primavera de 2020 cuando la economía se tambaleaba por la primera ola de COVID-19, este fue el nivel de ventas más bajo desde noviembre de 2015.
Economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que las ventas disminuirían a una tasa de 4,70 millones de unidades.
Las ventas de viviendas de segunda mano, que representan la mayor parte de las ventas de casas en el país, disminuyeron un 19,9% interanual.
El endurecimiento agresivo de la política monetaria de la Reserva Federal, marcado por fuertes aumentos de las tasas de interés, ha debilitado significativamente el mercado de la vivienda. Por el contrario, otros sectores de la economía, como el mercado laboral, han mostrado una gran resistencia a pesar de los intentos de la Fed de enfriar la demanda.
Datos de esta semana mostraron que la confianza entre los constructores de viviendas unifamiliares se erosionó por noveno mes consecutivo en septiembre, mientras que los permisos para la construcción de casas en el futuro cayeron al nivel más bajo desde junio de 2020 en agosto.
Los mercados esperan que la Fed suba su tasa de política monetaria en 75 puntos básicos más tarde el miércoles por tercera vez seguida. Desde marzo, el banco central elevó esa tasa desde casi cero a su rango actual de 2,25% a 2,50%.
Las tasas hipotecarias, que se mueven junto con los rendimientos de los bonos del Tesoro, se han disparado aún más. La tasa hipotecaria fija a 30 años promedió 6,02% la semana pasada, frente al 5,89% de la semana anterior, superando el 6% por primera vez desde noviembre de 2008, según datos de la agencia de financiación hipotecaria Freddie Mac.
Aunque el aumento del precio de la vivienda se ha desacelerado a medida que se debilita la demanda, la escasez de oferta mantiene los precios elevados. El precio medio de la casa usada se incrementó un 7,7% frente al año anterior a 389.500 dólares en agosto. Había 1,28 millones de viviendas de segunda mano en el mercado, sin cambios desde hace un año.
Al ritmo de ventas de agosto, se necesitarían 3,2 meses para agotar el reservas actual de viviendas existentes, frente a los 2,6 meses del año pasado. Un oferta de cuatro a siete meses se considera un equilibrio saludable entre la oferta y la demanda.