Por Kevin Buckland
TOKIO, 26 sep - La libra esterlina llegó a desplomarse casi un 5% el lunes y tocó un mínimo histórico, mientras los inversores vendían la moneda después de que el plan fiscal del nuevo gobierno amenazó con llevar al límite las finanzas británicas.
* La divisa se desplomó un 4,85%, hasta un nivel sin precedentes de 1,0327 unidades por dólar, ampliando la caída del 3,61% del viernes, cuando el ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, anunció un recorte de impuestos histórico y el mayor aumento del endeudamiento desde 1972 para pagarlo.
* Los economistas y los inversores afirmaron que el gobierno de la primera ministra Liz Truss, que lleva menos de tres semanas en el poder, estaba perdiendo credibilidad financiera al desvelar tal plan justo un día después de que el Banco de Inglaterra subió las tasas de interés para contener la creciente inflación.
* La libra esterlina baja un 2,57% a 1,0579 dólares a las 0230 GMT.
* Marc Chandler, estratega jefe de mercado de Bannockburn Global Forex, calificó de "increíble" la caída récord de la divisa.
* "La prensa del fin de semana ha castigado a la libra esterlina con afirmaciones sobre su condición de mercado emergente", dijo. "No me creo ese 'schadenfreude'. Aun así, ahora se especula con una reunión de emergencia del Banco de Inglaterra y una subida de tasas".
* El anuncio de Kwarteng supuso un cambio de rumbo en la política financiera británica, remontándose a las doctrinas "thatcherianas" y "reaganómicas" de los años 80, que los críticos han ridiculizado como una vuelta a la economía del "goteo".
El llamado minipresupuesto está diseñado para sacar a la economía de un periodo de inflación de dos dígitos impulsado por el aumento de los precios de la energía y una racha de 15 años de estancamiento del crecimiento de los salarios reales.
En total, los planes requerirán 72.000 millones de libras adicionales de endeudamiento público sólo en los próximos seis meses.
Los rendimientos de la deuda pública británica experimentaron el viernes la mayor subida en un día en más de tres décadas, con los rendimientos del gilt a cinco años -uno de los más sensibles a cualquier cambio a corto plazo en las tasas de interés o en las expectativas de endeudamiento- subiendo medio punto porcentual.