Por Howard Schneider
WASHINGTON, 28 sep -La falta de progresos claros en materia de inflación significa que la Reserva Federal necesita unas tasas de interés "moderadamente restrictivas" que deberían alcanzar un nivel de entre el 4,25% y el 4,5% a fines de año, dijo el miércoles el presidente de la entidad en Atlanta, Raphael Bostic.
"La inflación sigue siendo alta, demasiado alta, y no se está moviendo con suficiente rapidez hacia nuestro objetivo del 2%", aseguró Bostic en una conferencia telefónica desde Atlanta.
Asimismo, añadió que su perspectiva de referencia es que el banco central estadounidense subirá las tasas en tres cuartos de punto porcentual en su reunión de política monetaria de noviembre y en medio punto porcentual en la de diciembre.
Esto sitúa a Bostic en la media de sus colegas, que proyectaron la semana pasada que necesitarán elevar la tasa objetiva de la Fed en 1,25 puntos porcentuales adicionales en las dos reuniones restantes de este año. Ese tipo se encuentra actualmente en un rango del 3% al 3,25%.
Según Bostic, recientes acontecimientos en el extranjero como el desplome del valor de la libra esterlina y la vuelta de emergencia a la compra de bonos por parte del Banco de Inglaterra no han influido todavía en su opinión sobre la política adecuada de la Fed ni plantean un riesgo de contagio económico en Estados Unidos.
Los mercados de bonos estadounidenses no mostraban indicios de disfunción, dijo, y el "considerable impulso" de la economía, en particular su sólido mercado laboral, "sugiere que es menos probable que se produzca un contagio".
Sin embargo, los mercados vinculados a la tasa de los fondos federales sí se han tambaleado en los últimos días, ya que los eventos foráneos agitaron a los inversores, prolongó la liquidación de acciones estadounidenses e hizo que los economistas indicaran que los riesgos de una recesión mundial están aumentando.
El miércoles, los operadores no daban crédito aún a la posibilidad de que la Fed sitúe su tasa en el rango del 4,25%-4,5% citado por Bostic y otras autoridades para fines de año.
Bostic aseguró que hay indicios de que la demanda ha empezado a enfriarse en Estados Unidos, algo que considera un precursor de una desaceleración de la inflación, situación que si ocurre de forma lo suficientemente rápida hará que "tengamos que hacer menos" con las tasas.
La vivienda "se ha enfriado definitivamente" bajo la presión de la subida de las tasas hipotecarias, afirmó, añadiendo que las empresas de su distrito "notaron un fuerte descenso de la demanda de productos de consumo discrecional", señal de que los consumidores podrían estar apretándose el cinturón.
Además, "un coro cada vez mayor" de ejecutivos informa de que cada vez es más fácil contratar trabajadores, agregó.
Si estas tendencias se mantienen, podrían ser un indicio de que la inflación va a bajar, lo que daría a la Fed una razón para detener sus alzas de tasas.
"Esperaría que el crecimiento estuviera por debajo de la tendencia, empezaríamos a ver que la demanda de una gama más amplia de productos comienza a suavizarse y que los mercados laborales comienzan a estar más racionalizados", dijo Bostic, con pocas ofertas de empleo y un crecimiento salarial más lento.
Si eso empieza a suceder, será una señal de que (...) "deberíamos contemplar la posibilidad de parar y mantenernos en ese nivel".