La barrera de coral que delimita el archipiélago japonés de Okinawa tiene unos reflejos azules únicos. Su excepcionalidad atrae cada vez a más visitantes, que pueden disfrutar además de las arenas blancas de sus playas y de un mar cristalino, a 25 grados todo el año.
PUBLICIDAD"Estamos en Ishigaki, isla muy conocida por sus arenas blancas y sus aguas cristalinas. Aquí se puede practicar snorkel, surf y buceo. El protagonista es el arrecife de coral".
Un arrecife de coral muy especial, el que rodea estas islas. Su estructura es azul. Característica que aporta reflejos realmente mágicos, que atraen a turistas de todo el mundo.
La población local siente un gran respeto y amor por los recursos naturales de la isla.
Masao Shinzato, monitor de snorkel:
"Este es el coral azul. Su especial encanto se basa en que no cambia, siempre ha estado ahí. Protege el entorno marino. La gente de la isla está muy orgullosa. Es un lugar de cura espiritual para los turistas".
Bajo la superficie del mar hay una cantidad increíble de peces.
Junio, julio y agosto son los meses ideales para apreciar el potencial de estas islas. La buena temporada continúa hasta al menos mediados de octubre. Gracias a su clima oceánico subtropical, el archipiélago de Okinawa disfruta de una temperatura media anual de 23 grados centígrados, con el agua a 25 grados.