Con sus cumbres nevadas, sus aguas termales y sus deliciosos guisos de carne, el invierno es el mejor momento para visitar Serbia, un tesoro en el corazón de los Balcanes. Este emocionante paraíso invernal de Europa del Este ofrece experiencias para todos los gustos, desde beber aguardiente de ciruela y comer sabrosos guisos en su animada capital hasta recorrer los senderos nevados de la frondosa naturaleza que ofrece el oeste del país.
Sumérgete en las históricas villas termales de Serbia
Puede que la salud y el bienestar no sea lo primero que venga a la cabeza al pensar en Serbia, pero las aguas termales y los spas, conocidos como “banjas”, han sido uno de los pasatiempos favoritos en Serbia desde que los romanos se asentaron allí hace miles de años. En el centro del país, a 200 km al sur de Belgrado, la frondosa localidad de Vrnjačka Banja alberga decenas de modernos balnearios y hoteles termales que beben de los siete manantiales termales del pueblo. En Banja Koviljača y en Sokobanja se puede disfrutar de dos de los spas más antiguos del país, que ofrecen todo el esplendor de los balnearios del siglo XX, con sus exuberantes jardines, fuentes naturales y una extensa carta de tratamientos.
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Deja que te invada el espíritu navideño en Novi Sad
En 2022, Novi Sad, ciudad conocida por sus terrazas y cafeterías, galerías de arte contemporáneo y su escena musical alternativa, se convertirá en la más reciente Capital Europea de la Cultura. Es la primera ciudad que no pertenece a la Unión Europea que recibe este prestigioso título. En invierno, las calles y plazas cubiertas de nieve están repletas de lucecitas que iluminan conciertos, exposiciones de arte, mercados navideños y paseos en coches de caballos. Prueba las deliciosas gomboce (empanadillas hervidas templadas rellenas de ciruela) o unos dulces de jengibre con forma de corazón a la luz de las velas. También puedes comprar artesanía serbia o hacer una cata de vino local en uno de los típicos mercadillos navideños. Entre diciembre y enero, el Danube Park se transforma en una pista gigante de patinaje sobre hielo, donde los patinadores se deslizan entre árboles iluminados y estanques helados.
Entra en calor tomando rakija y pljeskavica en Belgrado
La antigua ciudad de Belgrado tiene muchas facetas diferentes. En Knez Mihailova encontrarás galerías de arte y cafeterías que se mezclan con monumentos otomanos. En el barrio de Savamala, el arte callejero y los clubes de música tecno conviven con una antigua fortaleza. En invierno, los habitantes de Belgrado se reúnen en los bares para beber rakija, la bebida nacional de Serbia, un licor intenso de fruta fermentada que es el preferido de los lugareños cuando las temperaturas descienden bajo cero. En el Rakia Bar encontrarás una impresionante selección de diferentes marcas y sabores de rakija, y en el Ambar, el personal experto te explicará las mejores formas de disfrutar de este licor. Pero Belgrado tiene mucho más que ofrecer; su gastronomía es una de las mejores del país, especialmente tras la gran cantidad de chefs jóvenes y creativos que se han asentado allí los últimos años. No dejes de probar las especialidades serbias más populares como pljeskavica (empanadillas de carne especiada) servidas con ajvar (una salsa de pimiento rojo dulce y berenjena).
A pie o a caballo por los senderos nevados del Parque Nacional de Tara
¿Quién ha dicho que no se puede hacer senderismo en invierno? El Parque Nacional de Tara, con sus 220 km² de ríos cristalinos y escarpados cañones, es una de las mejores zonas para hacer senderismo en invierno en Europa. Atravesarás sinuosos bosques cubiertos de nieve y verás cascadas heladas, lagos color turquesa y aldeas tradicionales donde probar guisos de carne y rosquillas rellenas de ciruela. Desde Sjenic, el punto más alto del Parque Nacional, podrás deleitarte con las maravillosas vistas del lago Perucac y la garganta Derventa. Divisar al huidizo oso pardo serbio requerirá un poco más de suerte. Para los aficionados a la equitación, existen varios centros ecuestres que ofrecen rutas guiadas a caballo por las montañas de Tara.
Deslízate por las pistas de Kopaonik
Desde noviembre hasta mayo, la mayor estación de esquí de Serbia ofrece 70 km de frondosas pistas azules, rojas y negras. En el centro de Serbia y alrededor del pico de Pančić, montaña protegida de 2017 metros de altitud, se encuentra la estación de Kopaonik. Sus pistas son principalmente para esquiadores principiantes o de nivel intermedio, pero fuera de las pistas también hay grandes oportunidades para los esquiadores más profesionales. Las casetas de madera sirven vino especiado caliente serbio en abundancia, y los menús de los restaurantes están repletos de tablas de carne a la brasa y aromáticos guisos de pescado. Al igual que en Belgrado, el tecno es el protagonista de la vida nocturna de Kopaonik, donde la fiesta dura hasta bien entrada la noche. ¿Lo mejor? Los 200 días de sol al año que sitúan a Kopaonik entre una de las estaciones de esquí más soleadas de Europa.
