La llegada masiva de turistas ha hecho que los gestores aumenten el precio de entrada a este paisaje emblemático. ¿Es una medida elitista o ecológica?
PUBLICIDADEl lago Cauma, en el este de Suiza, es un sueño de aguas azules rodeado de montañas a mil metros sobre el nivel del mar.
Pero el turismo masivo ha disparado los precios y la polémica a la hora de darse una vuelta en canoa o hidropedales.
No al alcance de todos
"19 francos. Y yo solo quería bañarme una vez. Me parece caro", comenta un turista.
"Pensaba que sería un poco menos. Pero cuando he admirado estas vistas desde lo alto he pensado, vale, lo pagaré", dice esta chica.
"Pasábamos por aquí y queríamos verlo. No prestamos atención al precio, pero, claramente, no está al alcance de todo el mundo", reconoce un turista italiano.
La influencia de las redes sociales
Para garantizar una experiencia inolvidable, se ha limitado el número de visitantes, estableciéndose un máximo de 1 700 entradas al día. Una afluencia consecuencia, en parte, de las miles de fotos de turistas felices -canes incluidos- publicadas en Instagram.
"No queríamos excluir a nadie", dice Guido Casty, jefe de la oficina de turismo de la localiadd de Films. "Pero aumentando el precio queremos evitar la llegada de demasiados visitantes que vienen a pasar el día, en relación con los que ya están aquí".
La falta de costumbre
Desde las redes sociales muchos consideran la medida discriminatoria y usurera. Monika Bandi, codirectora del centro de investigación turística de la universidad de Berna no está de acuerdo:
"No estamos acostumbrados a poner un precio a una atracción natural en Suiza o en el contexto europeo. Pero en otros lugares del mundo es bastante normal".
19 francos, equivalentes a 19 euros, es demasiado para muchos. Los beneficiados, los afortunados que puedan pagarlos, la empresa privada que gestiona las instalaciones y, seguramente, el propio Cauma y su espectacular paisaje.