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Orihuela: La región valenciana en la que cultura, cocina y belleza natural se fusionan

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©   -  Derechos de autor  Region of Valencia

Ubicada en la esquina suroeste de Alicante adyacente a la provincia de Murcia yace la región de Orihuela, uno de los secretos mejor guardados de España.

Apartada del bullicio de la ciudad de Valencia y las brillantes luces de Benidorm, la capital de la región de la Vega Baja del Segura de Alicante es un lugar en el que una abundante cultura convive con una exquisita cocina y el relajado ritmo de vida que tiene como telón de fondo escarpadas calas, un litoral cristalino y un paisaje intacto.

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Encaramada en las orillas del río Segura, Orihuela está considerada una de las zonas más impresionantes de España por su interés religioso y cultural, aunque su historia no es más que el comienzo de todo su encanto.

Aquí, 16 km de playas inmaculadas de bandera azul conectan con coloridas calles salpicadas de joyas arquitectónicas, dominadas por elevados picos montañosos.

Puede que Orihuela, el segundo palmeral más grande de Europa, con su cocina del campo a la mesa y su sol durante todo el año sea ese lugar del que jamás quieras marcharte.

Museos y monumentos

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Orihuela es la capital patrimonial de Alicante, y el mejor lugar en el que comenzar tu aventura cultural es el centro de la ciudad, que fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1969.

Retrocede en el tiempo conforme paseas por una encantadora mina de monumentos, iglesias y palacios que datan de la época medieval, comenzando por el Colegio Diocesano de Santo Domingo, un antiguo convento convertido en universidad.

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La arquitectura del monumento, con sus columnas corintias y magníficas puertas barrocas, es digna de contemplación, al igual que la Catedral del Salvador y Santa María, una majestuosa fortaleza gótica valenciana que data de finales del siglo XIII.

Para explorar los fascinantes orígenes de Orihuela, dirígete al Museo de la Muralla para admirar sus reliquias históricas entre las que se incluyen los muros originales de la ciudad y arquitectura gótica.

Por otra parte, los amantes del arte deberían ir directos a la red de museos de la ciudad, que incluye el Museo Diocesano de Arte Sacro con una extensa colección de libros, indumentaria, cultura y cuadros religiosos. El plato fuerte de la colección es una obra maestra de Velázquez: La tentación de Santo Tomás de Aquino, que fue pintada en 1632.

La historia de la religión está plasmada por toda Orihuela, y la Iglesia parroquial de las Santas Justa y Rufina merece una visita aunque sea solo para disfrutar de su fachada renacentista y su campanario gótico.

Creada por masones medievales, la iglesia se construyó sobre una mezquita tras la reconquista de la ciudad en 1243. En la actualidad, los visitantes pueden admirar la arquitectura propia de ambos períodos a través del interior abovedado.

Poesía, política y pinturas al aire libre

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Quizá una de las figuras más influyentes de la región sea la del poeta y dramaturgo Miguel Hernández, que murió en prisión en 1942 tras ser encarcelado por sus creencias políticas y su papel contra el fascismo en la Guerra Civil.

La Casa Museo Miguel Hernández permite a los entusiastas literarios echar un vistazo a los humildes comienzos del poeta y deambular por las habitaciones en las que vivió con su familia y creó algunas de sus mejores obras.

Hoy en día, el legado de Hernández continúa vivo en Orihuela y, particularmente, en el barrio de San Isidro, donde multitud de pensadores, escritores y artistas han transformado las humildes viviendas en una zona de arte viviente.

Lo que antaño fue un santuario en el que rendir tributo a Hernández en 1976, se ha renovado para convertirse en el lienzo de los muralistas de la ciudad.

Ahora, una cascada de color y creatividad se derrama por las laderas y calles en lo que se ha convertido en un fascinante monumento a la libertad de expresión y al expresionismo.

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Cada mes de marzo, se reúnen artistas para crear nuevos murales y continuar con la emocionante remodelación del barrio en un museo al aire libre.

En los últimos años, el tributo al poeta también ha adoptado forma de peregrinaje, con peregrinos que se embarcan en una pintoresca aventura de 19 km desde Orihuela hasta Albatera, conocida como la Senda del Poeta o Camino Hernandiano, que atraviesa zonas de importancia cultural.

Marisco y guisos en la Ciudad del Arroz

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Las tradiciones gastronómicas de la provincia de Orihuela hablan de los paisajes de la zona en los que palmerales y jardines se codean con el espumoso Mediterráneo.

Conocida como la «Ciudad del Arroz», la identidad gastronómica de Alicante lleva siglos conservándose, y Orihuela es un burbujeante caldero de sabores, especias e historias que se han transmitido durante generaciones.

Actualmente, los visitantes cuentan con multitud de opciones en una gran variedad de bares y restaurantes que sirven platos internacionales y locales, y la mejor forma de superar la dificultad de elegir un plato es pedirlos todos.

Las tapas son el plato culinario más irresistible de España; cuentan con numerosos sabores que se complementan, y Orihuela añade a la mezcla sus variaciones locales, con productos frescos en abundancia procedentes de El Palmeral y las numerosas granjas de la zona.

Hasta la despensa de la provincia tiene pescado en salazón, un ingrediente que se usa en platos como la pericana, una salsa tradicional hecha con bacalao, ñoras o pimientos secos, ajo y aceite de oliva.

Otras especialidades locales incluyen el famoso arroz con costra, un plato de arroz al horno con huevos batidos y salchichas, o el sustancioso cocido con pelotas, un guiso de verdura y albóndigas de origen judío. Si buscas algo dulce, prueba las almojábanas y los pasteles de Gloria, pasteles hechos en hornos tradicionales de pastelerías y conventos.

Desde los embriagadores olores que emanan de las calles hasta los espectaculares y variados platos que forman un popurrí, la cocina de Orihuela es una lección no solo de sabor, sino también de geografía, cultura e historia; y no hay mejor forma de aprender que la de sentarse a la mesa.