El beneficio bruto del británico HSBC cayó en 2016 un sesenta por ciento, a causa de unas cargas por depreciación, y sus acciones se desploman en bolsa.
PUBLICIDADEl beneficio bruto del británico HSBC cayó en 2016 un sesenta por ciento, a causa de unas cargas por depreciación, y sus acciones se desploman en bolsa. El año pasado, el primer banco europeo por activos, ganó 6.700 millones de euros. Sus ingresos a su vez bajaron un veinte por ciento. Sus títulos en la bolsa de Hong Kong cerraron con un retroceso del cinco por ciento en su mayor bajada desde el voto por el ‘brexit’ en junio pasado. En Londres, a media jornada, la pérdida era de más del seis.
“La preocupación sobre el HSBC posiblemente influya en una ralentización de las cotizaciones en todo el mundo”, advierte desde Londres el analista bursátil Tom Stevenson, de Fidelity International. “Es una mala noticia para los beneficios bancarios. Aunque en el caso del HSBC y particularmente en el mercado asiático, podría remontarlo porque la compañía dijo que no le afectaba tanto y que estaba preparado para afrontar el problema”.
Las cargas por depreciación se refieren a la banca privada en Europa, centrada en su ruinoso negocio en Suiza, y en la cesión de actividades en Brasil. Pero los responsables de la entidad temen por una ralentización de su crecimiento en 2017. No se refieren directamente al ‘brexit’, pero sus malas cuentas de 2016 ha parado en seco su fuerte apreciación bursátil de los últimos meses (58% desde el referéndum).
HSBC is a strong & resilient business geared to find growth opportunities in a low-growth world: #HSBC's Gulliver #HSBCresultspic.twitter.com/5pgrL2gsjs
— HSBC (@HSBC) 21 de febrer de 2017