PUBLICIDADUno de los capítulos controvertidos de la negociación sobre el “brexit” es la frontera irlandesa.
En Belfast, la capital de Irlanda del Norte, temen que el restablecimiento de una línea de demarcación pueda dañar los acuerdos de paz.
El ministro de exteriores irlandés nos recibe un “centro para la reconciliación” y explica que Londres tiene que ofrecer soluciones. “Queremos saber cómo va a implementar los acuerdos del Viernes Santo que son la base de la paz en esta isla. Y de momento no tenemos respuesta creíbles”, dice Simon Coveney.
Cada día, 30.000 personas cruzan la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Y los empresarios ya sienten las consecuencias. “Hemos tenido que negociar con nuestros clientes británicos, porque el 45% de nuestra producción va a Reino Unido. Además tenemos granjas a ambos lados de la frontera y tras el “brexit” hemos tenido que tomar una decisión y concentrar nuestra producción en el sur”, explica Micheal Brody, productor de patos.
En la región fronteriza de Londonderry, los signos de la división entre unionistas y republicanos son todavía visibles, a pesar de que han transcurrido casi veinte años desde la paz. Cuando se firmaron los acuerdos, nadie imaginaba que un día Reino Unido podría serpararse de la Unión Europea. Y ahora la gente tiene miedo de sus efectos no solo sobre la economía, también sobre la reconciliación. “Tengo 40 años. Soy lo suficientemente mayor como para recordar la frontera y sinceramente no deseo que vuelva. El “brexit” nos va a dividir otra vez. El norte va a volver a mirar hacia el sur”, dice Sean, un ingeniero de la zona. Teme que el “brexit” sirva de pretexto para el resurgir de las tensiones intercomunitarias.