PUBLICIDADTurquía quiere reconciliarse con la Unión Europea y ha encontrado una puerta de acceso. El presidente francés, Emmanuel Macron, recibirá este viernes a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, en París.
Un primer paso hacia el deshielo que difícilmente desbloqueará las negociaciones de adhesión. Según Marc Pierini, analista de Carnegie Europe, esta visita no servirá para hacer avanzar las negociaciones entre la UE y Turquía porque “el desmantelamiento del Estado de derecho, según los parámetros europeos, es un hecho que ya ha quedado inscrito en la legislación turca”.
El presidente francés se ha comprometido a abordar el problema de los derechos humanos en Turquía, pero las conversaciones se centrarán sobretodo en cuestiones como la situación en Siria o el estatus de Jerusalén como capital. Y según Pierini, “la verdadera cuestión será la lucha contra el terrorismo que concierne a Turquía y a Francia, pero también a otros países como Bélgica y Alemania”. Y añade que otra cuestión importante es “qué se va a hacer con la renovación de la Unión Aduanera”.
La deriva autoritaria turca ha llevado a la detención de 55.000 personas, y otras 140.000 han sido cesadas tras el golpe de estado fallido de 2016. Desde entonces las relaciones entre Bruselas y Ankara no han hecho más que deteriorarse y la apertura de la vía diplomática parece destinada a evitar la ruptura.