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PUBLICIDADBruselas ha rechazado la última propuesta británica en relación al brexit.
Londres pretendía que Reino Unido pudiera permanecer alineado con la unión aduanera, hasta el momento en que se resolviera la cuestión de la frontera entre las dos Irlandas.
El negociador europeo ha sido contundente: "Nuestra propuesta no puede extenderse a todo el Reino Unido. ¿Por qué? Porque ha sido diseñada para la situación específica de Irlanda del Norte", ha dicho. "Lo que es factible con el tamaño de este territorio, no es posible con el tamaño de todo Reino Unido"
Barnier también ha respondido a las últimas palabras del ministro de Exteriores británico. En unas filtraciones aparecidas en Buzzfeed, Boris Johnson afirma que a Londres le iría mucho mejor si negociara el estilo del presidente estadounidense, Donald Trump. "Sería terriblemente duro", se le oye decir.
Pero esta divisiones en el seno del gobierno británico entre los partidarios de negociar una salida suave y los partidarios de un brexit duro están agotando la paciencia de Bruselas. "Respetamos las líneas rojas británicas", ha dicho Barnier. "Pero Gran Bretaña también debería respetar sus propias líneas rojas".
Londres no quiere que se restablezcan los controles aduaneros entre la República de Irlanda y Reino Unido. Pero las negociaciones técnicas de la última semana no han dado resultados y algunos economistas vaticinan lo peor en caso de que no se alcance un acuerdo.
"En ese caso, cabe esperar un choque económico muy negativo para Reino Unido", explica Zsolt Darvas, del instituto Bruegel. "Se produciría un colapso repentino de la cadena de valor. Y si eso ocurre a nivel europeo, el impacto en Reino Unidos será muy negativo. Podría producirse una recesión muy profunda".