El Departamento de Defensa de los Estados Unidos puso este viernes a prueba la resistencia de su portaviones Gerald R. Ford, en pleno océano Atlántico y a base de explosiones programadas.
Este tipo de pruebas, que dejan unas imágenes espectaculares, se llevan a cabo para confirmar si estos buques pueden soportar las condiciones que podrían encontrar durante una batalla naval.
La explosión captada por la cámara frente a las costas de Florida fue de más de 18.000 kilogramos, quedando registrado como un terremoto de magnitus 3,9.
La Marina también confirma que este tipo de pruebas se llevan a cabo respetando escrupulosamente todos los requisitos ambientales.