Reunidos en Niza, los ministros de finanzas de los quince países que comparten la moneda única han decidido dejar dos años más las riendas del grupo al titular de finanzas luxemburgués, Jean Claude Juncker
El presidente de la eurozona ha reconocido que la Economía europea se ha ralentizado. Sin embargo ha insistido en que no está en recesión, “nosotros distinguimos entre recesión y recesión técnica”, caracterizada por dos meses consecutivos de retroceso del PIB, y ese no es el caso, ha dicho.
En esta situación, la deriva presupuestaria sólo se tolerará con países cuya economía esté a flote, sin déficits públicos superiores al tres por ciento. Una advertencia implícita a Francia e Italia.
“No es cuestión de dejar que los déficits presupuestarios aumenten. No podemos permitirnos repetir en 2008 los mismos errores que cometimos en las precedentes crisis”, ha declarado Juncker.
La fatiga europea es el reflejo de la situación de la economía mundial, que acusa los altos precios del petroleo y de los alimentos.