Según la IATA, las aerolíneas comerciales registrarán el año que viene unas pérdidas superiores a los 2.000 millones de euros. La crisis golpeará sobre todo a las compañías europeas y asiáticas. Las aerolíneas de Estados Unidos se mantendrán gracias a su reciente reestructuración.
Siempre según la IATA, la facturación del sector caerá un 6,5%. El número de pasajeros transportados será un 3% inferior, mientras la carga a bordo de los aviones tendrá un volumen un 5% por debajo del alcanzado este año.
En resumen, la recesión es plomo en las alas del sector. Las compañías aéreas no terminan de remontar el vuelo, a pesar de los sacrificios que han aplicado en los últimos 7 años.
Los costes no energéticos cayeron en ese periodo un 13%, la eficiencia en el consumo de queroseno ha mejorado un 20%, mientras los gastos de venta y marketing han caído de forma apreciable.
Sin embargo, la IATA sentencia que las aerolíneas sufrirán el año que viene el mayor descenso de ingresos en medio siglo.