El gobierno nipón ha aprobado un primer presupuesto extra para hacer frente a las labores de reconstrucción de las zonas devastadas por el terremoto y posterior tsunami del pasado 11 de marzo.
Un paquete, que debería aprobarse dentro de diez días, destinado a la limpieza de escombros y la construcción de viviendas provisionales para las víctimas.
El gobierno ha asegurado que este gasto no afectará a la política de disciplina fiscal de Japón cuya deuda pública, la mayor de un país industrializado, asciende al doble del Producto Interior Bruto.
Los expertos apuntan a que será necesario un segundo presupuesto extra e incluso un tercero, para borrar la huella dejada por el desastre.