El nuevo gabinete australiano ha tomado posesión este lunes. Kevin Rudd sustituye a Julia Gillard en el puesto de primer ministro en un Gobierno que quiere centrarse en la política económica y en ganar las próximas elecciones. Desde que Rudd desbancara a Gillard en una pugna interna en el partido Laborista, este ha recuperado seis puntos de intención de voto.