PUBLICIDADLech, Varsovia
La Unión Europea celebra la tercera Cumbre de la Asociación Oriental a finales de noviembre en Vilna. ¿En qué consiste esta asociación?
Pierre Verluise, director de Diploweb.com
“Esta Asociación Oriental deriva, de alguna manera, de la Política Europea de Vecindad que fue desarrollada a partir de 2004. Ese año tuvo lugar la ampliación de la Unión a diez países del este y del centro de Europa.
Esta política de vecindad incluye desde 2009 un capítulo específico sobre las fronteras orientales de la Unión.
La política oriental de la Unión Europea se centra, de hecho, en seis países, todos antiguas repúblicas soviéticas: Bielorrusia, Ucrania, Moldavia, Armenia, Azerbaiyán y Georgia.
Lo importante en esta política son las fronteras orientales de la Unión, es decir, el espacio que hay entre la Unión y Rusia.
Se trata de que cada uno mueva sus peones. Pero, ¿cómo lo hace la Unión Europea? La Unión les dice a esos países: “a priori no accedereis a las instituciones europeas pero estamos dispuestos a acompañaros, a ayudaros, a financiaros para que podais acercaros a nuestras normas.
La Unión Europea está de hecho dividida por diversos criterios nacionales porque, mientras que un país como Francia no tiene ningún interés en que esos seis países se adhieran a la Unión, en el caso de Polonia es diferente. Algunos políticos polacos verían con buenos ojos que Ucrania pudiese, por ejemplo, acercarse más a la Unión Europea. Con los rumanos ocurriría lo mismo pero con Moldavia.
Los países que forman parte de la Asociación también tienen intereses diferentes. Históricamente Armenia es un país cercano a Rusia por una razón muy simple, porque al otro lado se encuentra Turquía. Con su presidente saliente, Georgia se había acercado a Occidente, en general, y a la OTAN en particular y, por lo tanto, a la UE. Pero al mismo tiempo Azerbaiyán es un país que cuenta con grandes reservas de hidrocarburos y, eso, interesa a Bruselas.
Así que todos los cálculos son estratégicos, geopolíticos. Se trata de poder, y, evidentemente, la Unión choca a veces con los intereses de Rusia que también tiene su propia cultura de la geopolítica, de la estrategia y de la relación de fuerzas”.
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