El estadio de Georgia, en Atlanta es uno de los más emblemáticos de Estados Unidos. En sus 25 años de historia ha acogido competiciones como el Súper Bowl, los Juegos Olímpicos y el Final Four. Su demolición, anunciada el lunes 20 de noviembre era un acontecimiento mediático. El edificio iba a desaparecer tras una explosión controlada, con 2177 kilos de dinamita. Un espectáculo que curiosos y profesionales de la televisión no quisieron perderse. The Wheather Channel, una cadena estadounidense de televisión, movilizó a un cámara para transmitir el vahído de polvo, en vivo y en directo.
Pero justo cuando el primer estallido abrió el primer boquete, un autobús se paró justo entre la cámara y el edificio durante el tiempo exacto de la explosión. En la aciaga transmisión, el momento histórico queda oculto y en primer plano sólo se escucha al cámara, maldecir en inglés al vehículo, que desaparece tranquilamente del cuadro.