El Gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ha declarado el estado de emergencia, asegurando que esta "no es una tormenta de nieve normal, es una tormenta de nieve más vientos de gran velocidad, que crean una situación grave". El viento, con rachas de 100 km/h está dificultando las tareas de limpieza de las calles.
Ha sido necesario cerrar el aeropuerto JFK, uno de los principales puntos de entrada a Estados Unidos, y cancelar todos los vuelos debido a los fuertes vientos y la nieve. Por el momento no ha sido necesario suspender el servicio de metro suburbano ni de cercanías, aunque sí están sufriendo retrasos.
Las previsiones indican que la sensación térmica puede caer hasta los -29ºC por las bajas temperaturas y los vientos helados, especialmente el viernes por la noche y en la madrugada del sábado.
